Dame un motivo para no pensar en ti [Gianluca Lapadula x Aldo Corzo]

Melissa

Aldo Corzo regresó a la U para el resto de los partidos de la temporada del año. Muchos de sus compañeros de su equipo le preguntaban cómo era el italiano. Era todo una novedad para muchos de los peruanos y para los mismos futbolistas nacionales. Corzo solo podía limitarse a decir lo habitual: un gran tipo, buen jugador. Sus verdaderos sentimientos por Lapadula se los guardaba en lo más profundo pues sabía que no lo iban a comprender. Lastimosamente, en el futbol peruano existe rechazo si alguien resulta enamorarse de otro hombre. 

En su primer partido con la U, Corzo metió un gol. No fue suficiente como para ganar el partido, pero esto lo motivó para seguir jugando así. 

"¿A quién le dedicas este gol?"

Solo un nombre se le venía a la mente en ese momento: Gianluca Lapadula. 

Corzo: "Se lo dedico a mi mamá"

Siempre le dedicaba sus goles a su mamá. Amaba a su madre muchísimo pero siempre se tenía que disculpar con ella por usarla como su carta confiable para evadir esa pregunta.

Carvallo: "Esa excusa no te funcionará por mucho tiempo"

Corzo: "¿Crees que ya no me creen?"

Carvallo: "Has estado soltero por mucho tiempo y eso es algo raro amigo"

Corzo: "¿Pero que se supone que deba hacer?"

Carvallo: "Intenta invitar a una chica"

Y sí, Corzo había salido a citas con chicas antes de la pandemia. Pero ninguna duraba más de las primeras citas. Siempre solo quedaban en amigas. No había una conexión entre ambos. En su mente siempre estaba construir su carrera futbolística. Solo lo sintió dos veces: Una con una chica llamada Melissa a quién conoció hace 3 años ... y la otra con Gianluca.

Corzo: "Tal vez luego que acabe la pandemia"

Carvallo: "¿Y por qué no llamas a esa chica .. cómo se llamaba, melina?"

Corzo: "Melissa"

Carvallo: "Todavía te acuerdas de ella"

Corzo: "Solo hablamos un par de veces. Se perdió la conexión cuando clasificamos al mundial"

Carvallo: "Solo inténtalo. Si no, nos vas a preocupar a todos"

Estuvo pensándolo por un tiempo. No perdería nada intentándolo. De todas maneras, Lapadula está lejos en Italia. A veces se mandaban mensajes para saber cómo estaban. Era difícil dejar de pensar en él. 

Aldo Corzo le mandó un mensaje a la chica para comprobar si aun existía un vinculo de amistad por lo menos. 

Melissa: "Aldo, hola ¿cómo estas? Tiempo sin saber nada de ti. Ahorita estoy un poco ocupada pero llámame en una hora. Para ponernos al día de muchas cosas" 

Así como la recordaba, aún tenía la misma chispa en la cuál se impresionó hace un tiempo.

Corzo: "Te llamó entonces"

Quizás era lo mejor para él y para su carrera, para la sociedad, para la hinchada se decía.

La conversación fue larga, era prácticamente media noche.  Aun tenían una buena amistad. Quizás podía funcionar algo entre los dos. De pronto, le llegó una notificación de Whatsapp.

Lapadula: "Vi tu gol por internet. Felicidades. Muy elegante"

Para Aldo Corzo iba a ser muy difícil dejar de estar enamorado de Gianluca Lapadula.