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Minghao normalmente era una persona bastante paciente, pero después del mes pasado, estuvo muy tentado de estrangular a Wonwoo. Le dolían los pies, le dolían las piernas y se sentía asqueado.
—¿Cómo se suponía que supiera que este estúpido planeta era tan estúpidamente grande?
Minghao no dijo nada y siguió caminando. No era la primera vez que Wonwoo se defendía a sí mismo, aunque Minghao nunca lo había culpado en voz alta.
No necesitaba hacerlo, considerando el hecho de que habían estado caminando durante días desde el puerto de Grimsby a Surcorea.
Era enormemente frustrante que hubieran malgastado un mes entero tratando de ir de Los Ángeles a Surcorea. Para ser justos, y Minghao quería ser justo, sabía que en parte era culpa suya que no le hubiera dado a Wonwoo la ubicación exacta, asumiendo que Wonwoo le diría a su amigo del planeta Touscsse que los teletransportara a Surcorea. Pero, por supuesto, Wonwoo no lo había pensado. ¿Cómo sabría Wonwoo que Los Ángeles estaba a medio planeta de Surcorea? Wonwoo tampoco tenía idea de que sería problemático viajar por la Tierra sin documentos y dinero terrano. Como nunca había estado en ningún planeta pre-TTCI, Wonwoo había estado operando bajo la idea errónea de que los terranos todavía estaban atrapados en algún tipo de Edad Media.
Si tan solo Minghao no hubiera asumido que Wonwoo se encargaría de los aspectos prácticos. No por primera vez, Minghao deseaba tener su teléfono móvil o al menos poder recordar el número de Jun. Pero, de nuevo, no estaba seguro de encontrar el coraje para llamar a Jun, incluso si pudiera.
—Ya casi estamos allí —dijo Wonwoo, consultando el mapa que tenía en la mano.
—Nuestros padres nos matarán —dijo Minghao.
Wonwoo se encogió de hombros despreocupadamente.
Minghao se dijo a sí mismo que mantuviera la calma. Llevaban días viajando, y ambos estaban cansados e irritados. Discutir no ayudaría en nada.
Pero, por supuesto, a Wonwoo no le preocupaba la ira de sus padres. Wonwoo tenía a sus padres envueltos alrededor de su dedo meñique. Wonwoo siempre podía salir de problemas hablando.
—Mingyu nos matará —dijo Minghao.
Eso finalmente hizo que Wonwoo pareciera un poco aprensivo.
Pero no duró mucho.
—Al infierno con Mingyu —dijo Wonwoo—. Para cuando nos encuentre, ya no importará. Ya casi no puedo sentir el vínculo —Él sonrió, luciendo extremadamente complacido—. Nuestro vínculo nunca ha sido fuerte; no debería tomar mucho tiempo ahora. De todos modos, deja de preocuparte.
—Es fácil para ti decirlo —murmuró Minghao, dejando caer su mirada.
