CAPÍTULO 4

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Minghao le había dicho la verdad a Jun: habían pasado años desde que alguien lo había abrazado. Recordaba haber sido abrazado cuando era niño, pero a medida que creció, su familia comenzó a darle espacio, como era costumbre. En casa, el abrazo se consideraba una invasión de la privacidad de uno, ya que el contacto físico aumentaba las posibilidades de transferencia telepática.

Minghao debe haber olvidado lo bien que se sintió, porque rápidamente se convirtió en la cosa favorita de Minghao en el mundo. Estaba un poco avergonzado por lo mucho que lo quería, pero a Jun no parecía importarle que Minghao estuviera constantemente en todo su espacio personal, deseando ser abrazado y sostenido. Al principio, abrazar había sido solo un sustituto de la evidente ausencia de sus vínculos telepáticos con su familia y su compañera de unión, pero a estas alturas, Minghao temía que fuera más que un poco adicto a ello.

Jun fue un increíble abrazador. Minghao se sintió cálido, querido y adorado cada vez que el cuerpo fuerte de Jun rodeaba al suyo. Fue increíble, realmente, cómo un simple abrazo podría hacer que se sintiera mucho mejor, dando un salto en los pasos de Minghao durante la mayor parte del día. El único

inconveniente era que Minghao había tenido que esforzarse por fortalecer sus escudos mentales, cuidando de no leer la mente de Jun sin su permiso. Minghao no era un santo. Siempre había sido naturalmente curioso, y realmente, realmente tenía curiosidad sobre lo que Jun pensaba de él, pero no quería explotar su telepatía. Se sentía deshonesto. Jun no se merecía eso.

—¿Va a venir tu novio hoy? —Dijo Soyeon, alejándolo de sus pensamientos.

Minghao la miró con el ceño fruncido.

—¿Qué?

Soyeon sonrió.

—Vamos, Hao, no te hagas el tonto. ¡No soy estúpida!

—No entiendo —dijo Minghao lentamente—. ¿De qué estás hablando?

Soyeon puso los ojos en blanco.

—Alto, dorado y guapo, viene aquí todos los días como un reloj ¿Te da propinas obscenamente grandes? ¿Suena alguna campana?

Minghao rio.

—¿Jun? ¡No seas tonta, no es mi novio! Es un amigo.

Soyeon lo miró fijamente.

—¿Me estás tomando el pelo?

Minghao se tragó su confusión, no entendía qué tenía que ver el pelo de Soyeon con la conversación, pero el contexto era bastante claro, por lo que no preguntó, y dijo:

—No, no lo hago. Lo digo en serio. Jun es mi mejor amigo. Tengo una... prometida en casa —Sin mencionar que los

calluvian no tenían novios o novias. Tenían compañeros y Jun, obviamente, no era el suyo.

Alien HaoHao - JunHaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora