Único capítulo.

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Kyojuro entró despacio a la habitación de Giyu, quién se encontraba con un aspecto nervioso y claramente reflejaba no haber dormido bien durante algunos días, estaba levemente recostado en un sitio donde los rayos del sol lo alcanzaban e iluminaban su cabello, haciéndole tomar un aspecto azulado, como el de los cuervos.

—¿Cómo estas Tomioka? Te he extrañado mucho estos días—se acercó y tomó asiento muy cerca del chico.

No recibió respuesta alguna, por el contrario, los ojos azules se desviaron a un lugar distinto, no observando algo en especial, era mas como estar perdido dimensionalmente.

—Por favor hablemos, llevo días intentando estar contigo, pero siempre me rechazas—el rubio se acercó, intentando tomarle de la mano, sin embargo, todo movimiento que hacía resultaba siendo evadido.

Unas palabras vinieron a la mente de Kyojuro en ese momento "Intenta meterte en su mundo, no lo abrumes, no trates de cambiar esa realidad", perfecto, era la primera vez que aplicaría el consejo de su hermano.

—¿Has tenido alguna noticia de Kanzaburo?

Esa pregunta sorprendió a Giyu ¿En verdad estaba preguntando por su cuervo? Temeroso, se atrevió a decir unas palabras, las primeras que escuchaba Kyojuro salir de sus labios en unas semanas.

—Él no ha venido en varios días, debe estar desorientado, es un cuervo viejo y suele perderse, pero siempre regresa.

Esas palabras erizaron totalmente la piel del rubio, no podía creer que lo dijera con tanta seguridad.

—Conozco algunos métodos de hacer nidos para las aves, si quieres puedo ayudarte a construir uno para tu cuervo.

—Eso sería muy bueno—a pesar de estar hablando, mantenía su mirada fuera del campo de visión de Kyojuro, como si realmente no sintiera tanto interés en platicar.

—Oye Tomioka ¿Por qué no me cuentas un poco acerca de esas misiones que le comentaste al médico que te revisó? Tiene ya bastante tiempo que no nos ponemos al tanto de lo que hacemos. Como en los viejos tiempos.

—¿Viejos tiempos?

—Sí, ya sabes, cuando salíamos a misiones por separado a cazar demonios en medio de la noche, con nuestras katanas y nuestros haoris de colores ¿Lo olvidaste? Bueno, yo con mi capa.

—No, claro que no, últimamente no tenemos muchas misiones juntos, tu posición como Pilar de la flama y tu nuevo tsuguko te han mantenido ocupado—finalmente se decidió a voltear y mirarlo, para clavarle unos ojos penetrantes, que, si tuvieran el poder de herir, ya le hubieran cortado el cuello.

Kyojuro estaba destruido emocionalmente al escuchar esto, le dolía que Tomioka pensara esas cosas y que no pudiera explicarle que nada de eso era culpa suya.

—Oye tú también tienes un tsuguko, incluso le platicaste a uno de los chicos que te atienden en la mansión que...—no estaba listo para decirlo, pero tenía que hacerlo, quería saber lo que estaba sucediendo en la mente de Giyu—que te gusta pasar tiempo a su lado.

El joven de los ojos azules se sonrojó levemente, no creía que Kyojuro descubriría finalmente la razón de su distanciamiento.

—No sé si me gusta, pero me siento cómodo con él, me gusta sentir que puedo protegerlo.

¿En verdad estaba escuchando eso? Con miedo, persuadió a Tomioka para obtener información de aquel alumno que le estaba arrebatando el corazón de su amado.

—¿Por qué te hace sentir confundido? —tragó saliva con dificultad, estaba dispuesto a escuchar lo que fuera.

—Me duele decirte esto, no sé qué decidir, que pensar o que sentir. Yo lo creía muerto, pero no, fueron muchos años de sufrir en silencio por su supuesta muerte. Ahora que estoy en posición de cuidarlo, lo haré, es lo que mi corazón me dice. Lo extrañé demasiado, extrañé sus abrazos, la textura de su piel, el aroma de su cabello. Quisiera salir corriendo a buscarlo, pero no me lo han permitido todavía.

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