Momo Yaoyorozu sabía perfectamente la gran carga que traía su apellido, había visto muchas veces el poder que tenia su familia y a la vez el amor y admiración que sentían todas las personas de aquel pequeño pueblo donde viven. Ella solo podía sentir lo mismo, sus padres a pesar de todo el dinero que tienen habían decidido vivir en el lugar que nació su padre y ayudar a todas las personas de allí sin recibir nada a cambio.
Desde pequeña su padre le había dicho lo bueno que era ayudar a las personas y la satisfacción de ver felices a los demás. Enserio lo admiraba y quería ser como el.
"Somos como un gran equipo, por eso recuerda que nunca estarás sola"
-Entonces ¿Porque me siento tan sola?- Susurró hundiéndose en el libro que estaba leyendo.
Las palabras de su padre se fueron desvaneciendo al pasar los años.
La única hija de los Yaoyorozu con tan solo dieciséis años se había convertido en el orgullo de sus padres, lo que ellos no sabían era como se sentía. Había sido rechazada muchas veces, ya sea por los compañeros de su clase o por las mismas personas que vivían en la mansión.
Sus padres ya no estaban tanto tiempo con ella, tenían negocios en la ciudad y el tiempo libre que tenían era para ayudar. Se había quedado sola en esa mansión llena de gente.
"Hija, ellos serán como tu familia, un gran equipo donde nadie estara solo"
Miro por la ventana de su habitación para encontrarse con algunos chicos de su edad llevando material de construcción, verlos solo la hizo suspirar.
- Si son un gran equipo papá, un equipo donde nunca estás solo pero en el que yo no pertenezco.
Dejo de mirarlos para luego ver el hermoso jardín lleno de flores que había visto muchas veces desde su balcón, de todas ellas las que más llamaban su atención eran las violetas, habían pocas de ellas comparadas a las demás flores y aún asi para ella eran las más hermosas del jardín.
No lo pensó mucho y se dirigió ahí con su libro en brazos, intento no llamar la atención al bajar de su habitación y cuando llegó se sentó justo al lado de las violetas.
Estaba a punto de abrir su libro hasta que escucho unos sollozos, miro a todos lados buscando el ruido hasta que se encontró con una chica más o menos de su edad sentada en la fuente mientras cubría su rostro con sus manos. Quería acercarse, no sabía cómo reaccionaria la chica pero no podía dejarla así.
- ¿Estás bien?
Se sentó a su lado mientras veía como la chica intentaba retener sus lágrimas al darse cuenta de que no estaba sola.
- No tienes que retener tus lágrimas, si te desahogas te sentirás mejor.
Sus ojos se abrieron de par en par. No sabía en qué momento había sido abrazada por aquella desconocida de cabellos morados, solo correspondió su abrazo y dejo que llorara en su hombro. Se veía tan frágil y aunque no la conociera verla así hizo que le doliera el corazón, quería saber la razón de sus lágrimas pero se trago sus preguntas hasta que ella dejara de llorar.
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Violet [MomoJirou]
Fiksi PenggemarQuien diría que unas violetas harían que Momo encontrará a la más hermosa de todas ellas [Au sin quirks]