Cap 5 En la mira

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- ¿Te gusta hacer ejercicio? -- pregunté
*Caminando*
- ¡Claro que si!, Es uno de mis pasatiempos, libero el estrés como si mi ogro interior desapareciera
- ¿Ogro? ¡Puff! eso fue algo raro
- Raro... Raro es tener que ver un ave siendo cargada por otra ave más pequeña
- ¡¿Eso es normal?! Dices cosas que ni yo entiendo...
- ¿No haz tenido la oportunidad de ver eso?
- No... Sería muy extraño que una ave estuviera encima de otra a la mitad de la nada, puede ser que la otra ave se fracturó el ala. Supongo...
- Cuando tenía tres años, una ave que es muy extraña para ustedes los terrícolas, era el símbolo de nuestra nación, en el cual, guiaba a otros a proteger a los que necesitan ayuda. Esa ave que existió alguna vez nos guío por un camino de una persona que fue herida por los malechores que visitaron nuestro planeta por primera vez, hasta que lo sanaron y la llamamos "El ave blanca" ahora solo están en los recuerdos de los que viven, o eso pienso yo....
- Todos la respetaban como una heroína, o como una acompañante
-- puse mi mano en su hombro y le sonreí, ella hizo lo mismo cuando le brillaron sus ojos -- Por ahora no hay entrenamientos y prácticas ¿Vamos a recorrer la nave?
- ¿Estaría bien hacerlo?
- ¡Claro!, Todos deben de estar dormidos, si queremos caminar un poco debemos hacerlo de puntillas *risas*
- Elena, eres una chica muy relajada... Pero estaría bien para conocernos un poco más ¡Acepto! *Me sonríe*

Caminamos entre los pasillos de la nave, pasamos por el mismo lugar en el que mi entrenadora y los demás pasaron para las primeras prácticas, cuando llegó la hermana de nuestro líder. Platicamos conociendo nuestras experiencias siendo internas de la nave, lo que nos gusta y que nos atrae del mundo "mega exterior" como yo le digo

- ¿Que piensas del líder? -- pregunté
- Bueno, es algo reservado a mi parecer, pienso que puede llegar a ser más suelto con el paso del tiempo *sonríe* pero eso creo que será dentro de mucho
- Yo pienso que tiene una personalidad algo apática, además de tomarse su trabajo en serio, se preocupa por los demás, como aquel chico de nuestro grupo que fue lanzado por la hermana del líder.
- Tiene un fuerte carácter pero no lo demuestra -- Agnes llevo uno de sus dedos a su mentón
- La ingeniera tiene su personalidad e imagen, cuando se presentó con nuestro líder no cambio de expresión. Algo le evita expresarse, y su voz fue algo alta pero como la de una muñeca
- ¿Muñeca?, Las muñecas no hablan...
- ¡Discúlpame! Creo que no me entendiste
- Si que eres algo extraña para mí... Elena, pero no importa ustedes son únicos en su especie *me sonríe*
- ¿Tu crees que somos únicos siendo de tecnología un poco atrasada?
- Ustedes se esfuerzan por tener un buen ambiente social, por qué su estado global siga creciendo, como los impuestos, hay veces en las que baja el costo de la moneda y después aumenta
- Hablamos técnicamente que la conversación se vuelve un poco seria pero interesante, aunque si sabemos de lo que hablamos *risa*
- ¡Si que nos entemdemos! *Golpe en la espalda* Elena tienes la espalda un poco dura ¿Cuanto tiempo entrenas tu cuerpo? ¡¡¿Tres dias estelares?!!
- ¡No me hables de esas cosas que son tan confusas para mi!
- Perdon... Bueno tres dias estelares son 20 horas que para ustedes son 16 horas en la tierra
- Entiendo... Dos es como tres
- ¡Así es!
- ¡Hay cosas que no conocemos de nosotras! La conversión de una cifra es algo fácil pero, si la facilitamos como la mitad de un número entonces... *Bla... Bla... Bla..*
- ¡¡Elena tranquila!! ¡Mi cabeza me está dando vueltas como la luz de un infinito sin fin!
- Perdón, me deje llevar, espera ¿Infinito sin fin? *Carcajadas*
- ¡No te rias!, el dolor no se va...
- *risas* si que me hiciste reír
- ¿Cómo dices?
- Siendo nosotras mismas, nos contamos cualidades que nadie más nos dará... Hay que recorrer la nave y seguimos haciéndonos reír *risa*

Reimos mucho y no parabamos de reír, sabíamos que si hacíamos ruido nos llamarían la atención y nos castigarían, nos tapamos la boca cada vez que reíamos hasta que el capitán de la nave nos descubrió no estando en nuestras habitaciones. El dolor de estómago se fue en dos segundos y la risa se nos fue de momento apenas que nuestra boca estaba curva de lo que apenas estábamos hablando
El capitán de la nave nos miro sin quitar su mirada de la nuestra, hasta que le explicamos el por qué fuimos hasta ese pasillo por querer recorrer la nave completa, que no teníamos prácticas y queríamos conocerla bien, entendió y nos llevó a conocerla poco a poco, nos decía para que servía cada habitación. Agnes y yo veíamos cada rincón de la nave sonriendo sin parar y el hombre levantaba sus cejas viéndonos apenas mostrando la mitad de su cara mientras caminaba

Partícula Cósmica (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora