Creo... que me gustas [ɪɢᴜʀᴏ ᴏʙᴀɴᴀɪ] (PAUSADA)

4 - Pero es inevitable

Parpadeo levemente, contemplado ese hermoso jardín de flores en soledad, ahogándose a sí misma en su ridículo desamor. La Finca Mariposa: un lugar hermoso que la hace sentir bien en cierto modo, donde suele pasarse para pensar y saludar esas niñas. Además de que es su hogar o eso no dejan de decirle ellas.

La nostalgia en su mirada se podía notar a leguas desde ahí. No quería que nadie la vea, pero ya que aún no tenía una misión, decidió estar en ese lugar sin interrupciones, pensando he intentando calmarse.

<Es solo un amor no correspondido>

Algo que pasara con el tiempo...

Una mano se posó en su hombro con calidez. Miro al costado para encontrarse con unos extraños pero bellos ojos morados. Era esa Pilar de estatura pequeña que siempre está con una sonrisa imborrable. La mariposa del grupo. Se veía preocupada aún manteniendo esa característica sonrisa.
Tomo asiento a su lado para hacerle compañía y después verla a los ojos.

—¿Qué sucede Airi? —Llego a preguntar esperando respuestas.

No le gustaba ver a esa alegre y amable cazadora tan callada y nostálgica. Kocho le tenía un gran aprecio, es su hermana de corazón después de todo.
La nombrada solo miro al frente contemplando las flores y aquellas mariposas que habitan allí.

—Shinobu-San... ¿Qué piensa sobre el amor?, me refiero a cuando alguien se enamora —Aclaro eso último aún sin verla.

Claro que esa pregunta la sorprendió, pero quedó pensativa unos momentos para luego responder.

—Yo creo... que es algo lindo. El amor es hermoso de todas las maneras, buenas —Aclaro— pienso que es lindo, aunque hablo más del tipo familiar y amistoso, ya que no me he enamorado.

—Entonces... ¿Porqué duele? —Bajo la mirada dibujando una forzada y triste sonrisa— ¿Porqué tuve que enamorarme de él, Shinobu-San?

Dejando ir su sonrisa, miro con lastima a la joven y la rodeó en sus pequeños brazos.

—El amor no siempre te provocara algo hermoso llevándote a simple felicidad. A veces duele mucho —Explico sintiendo como ella se relajaba— Airi, esa persona...

—Creo que me gusta... Iguro-San —Confeso en un murmullo débil, pese a eso se mantuvo tranquila.

Sorprendida sintió lástima por la castaña, ella sabía que el Pilar de la Serpiente ama a Kanroji. Kocho entendía el dolor de su compañera.

<Airi...< pensó dándole consuelo.