Palabras y nubes, te quiero.

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Las palabras pueden ser dagas que apuntan al corazón y lo deja sin latidos, también pueden ser caricias que curan un alma rota y desdichada. Pueden dar buenas o malas noticias, se convierten en preguntas o respuestas y se dejan manipular al antojo del lector.

Las nubes suelen transformarse en tantas cosas, sólo para aquellos que con la suficiente imaginación logran crear historias en sus mentes y aún con la vista puesta en el cielo, dejan que sus pensamientos vuelen.

Algunos pueden ver piratas en sus barcos, otros princesas besando sapos. Muchos logran ver personajes de películas animadas, mientras que otros les dan vida con gran creatividad.

Pocos son lo que, sin brillo en su mirada y sin animosidad, ven sólo nubes. Algunas blancas, otras grises.

Sin vida, sin historia. Sin principio ni final. Sólo nubes y palabras.

¿Cuál es su correlación? Simple para aquel que sabe su unión. Las nubes y las palabras se transforman, tienen distintas formas para ser percibidas; pueden ser un mal augurio o una buena premonición.

Pero qué difícil es para el ser humano recordar que las palabras tienen miles de significados y formas de uso, y las nubes adoptan distintas figuras conforme se van moviendo.

¿Qué ocurre cuando las palabras escasean y cuando las nubes son una masa de tormenta, acaso imposibilita el poder decir un te quiero con un abrazo o interpretar barcos cuando en el puerto hay varios?

Mi querido lector, imagina que en mi mano hay un objeto filoso y que rápidamente me acerco sin decir una sola palabra y sin perder el pulso. Que aquel objeto posee en algunas partes color rojo y que cada vez se acerca más a tu rostro. ¿Qué imaginas? Yo no lo sé, sólo soy un simple escritor, pero tu mente logró crear una escena y no he tenido que decir qué objeto utilizaba o si lo rojo sólo eran puntos del mismo.

Las palabras son libres, el significado las atrapa y la percepción las encierra.

Entonces, ¿cómo puedo decirte que te amo sin decirlo realmente y sin que tengas que imaginarlo, cómo lograré que no me abandones apenas salgas de esta página y que te quedes hasta mi último punto?

Ponme un nombre, que sea especial y que sólo puedas saberlo tú. Para que no olvides que te pertenezco y que sin ti, nuestra historia no puede continuar.

Déjame quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora