Llegó como cualquier otro alumno.
Se detuvo un momento frente a la escuela que haría de su hogar por un tiempo, pasó una mano por su cabello castaño y soltó un bufido. Él nunca había pensado llegar a un lugar tan apartado de la sociedad y antiguo.
Estacionó su auto en el estacionamiento para alumnos, era un Nissan Maxima 2004 de color negro. Después bajó del auto y comenzó a descargar sus cosas para poder llevarlas a su dormitorio.
Conocía bien la escuela, su padre había trabajado en ella por un tiempo y seguramente a él le hubiera gustado que su hijo estudiara ahí la universidad. Caminó un momento para poder llegar a la residencia Perl, una serie de habitaciones para los alumnos y en este caso, para alumnos varones.
A medida que avanzaba por el campus podía notar las miradas de las chicas y sus actitudes típicas cómo comenzar a enredar las puntas de sus cabellos en el dedo índice, arreglar su ropa, soltar algunas risillas y murmurar a sus compañeras que seguramente también lo miraban, y para ser sinceros eso le encantaba a aquel chico.
Al llegar a la que sería su habitación dejó las cajas que llevaba en el suelo y abrió la puerta. Encontró la habitación desierta, al parecer sus compañeros de cuarto aún no llegaban lo que le daba ventaja para así poder elegir su cama y su espacio.
Miró la habitación, era de buen tamaño, las paredes eran de color azul oscuro y había sólo una ventana. Terminó escogiendo la cama que estaba bajo la ventana.
Comenzó a sacar su ropa de las cajas y las acomodó en un pequeño armario que estaba a los pies de su cama, había dos armarios más, uno para cada compañero.
Pasó un momento de tranquilidad escuchando su música favorita en un reproductor mp3 hasta que comenzó a escuchar voces que se acercaban a su habitación.
-¿Acaso eres un idiota? Levanta más ese equipaje
-Lo lamento joven Maxwell
El chico que estaba dentro de la habitación giró su cabeza hacia la puerta justo cuando ésta se abría dejando ver a un joven alto y rubio de unos veinte años y a un hombre más bajo que el joven de unos treinta y tantos.
El rubio se acercó al joven y le tendió la mano como un saludo
-Supongo que eres mi compañero de habitación, Jeffrey Maxwell pero puedes llamarme Jeff-dijo el rubio esbozando una sonrisa triunfal
-Morgan Foster
Estrecharon las manos, Morgan se detuvo un momento a mirar a su compañero. No tenía nada en contra de los trajes elegantes, sólo que creía que era algo anormal dentro de una escuela a la que prácticamente podías ir vestido como quisieras.
-Deja el equipaje sobre esa cama-ordenó Jeff al hombre señalando una cama que estaba junto a la pared del lado derecho- después baja y trae mis demás cosas
El hombre hiso lo que el chico le ordenó y después éste se giró para ver a Morgan que ocultaba una sonrisa.
-Y bien, ¿A ti no te parece que esta habitación es demasiado pequeña como para que tres personas vivan en ella?
-A mí me parece bien, me acostumbro fácilmente a diversos lugares ya que he viajado mucho a lo largo de mi vida
En eso un chico de estatura media, delgado, con lentes de montura gruesa, cabello blanco despeinado entró en la habitación arrastrando una maleta con llantas, parecía tranquilo.
-Veo que sólo queda esta cama-ambos chicos asintieron y el joven dejó su maleta sobre la cama que le pertenecería-soy Luka Vadik ¿Ustedes son…?
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Esa Chica de las Cartas [Pausada]
RomanceLa universidad no es nada fácil, en especial cuando tienes experiencias que quizá las demás personas no han tenido y de algún modo eres especial. Pero, no podrás caerle bien a todo el mundo. Ese es el caso de Morgan Foster un típico joven de diecinu...