Capítulo 02: Primera aparición

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Pasados unos 20 minutos, el taxi se detiene en el lugar que le había indicado

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Pasados unos 20 minutos, el taxi se detiene en el lugar que le había indicado. Le pagué, agarré mis cosas y salí del vehículo, quedando enfrente de un hotel de doce pisos que tiene una apariencia bastante moderna. Las palabras "Gold Planet Hotel" resaltan en un enorme cartel en la zona más alta.

Entré al edificio y rápidamente fui recibida por una corriente de aire acondicionado. Enfrente mío se encontraba el recibidor de madera oscura, acompañado de unas lámparas colgantes de diseño elegante. A mi derecha, el elevador esperaba junto a una acogedora sala con sillones de cuero blanco y una mesa central de madera. A la izquierda, el restaurante del hotel se preparaba para el almuerzo, llenando el aire con un aroma tentador.

Dirigí mi atención al frente y, cuando la pareja de ancianos terminó de hablar con la recepcionista, me acerqué al mostrador y esperé a que la chica me atendiera. Al notar mi presencia, me mostró una linda sonrisa.

—Hola, buenas tardes. Bienvenida al: "Gold Planet Hotel". ¿En qué puedo ayudarte?— dijo con amabilidad.

—Buenas tardes, tengo una reservación a nombre de Hana Akari— respondí, usando un nombre falso que había decidido emplear por simple seguridad.

La recepcionista asintió y comenzó a teclear en su computadora —Aquí está, señorita Akari. Su habitación es la 708. ¿Le gustaría ayuda con su equipaje?— preguntó, mientras sacaba la tarjeta de la habitación.

—No, gracias. Yo puedo sola— respondí, tomando la tarjeta que me ofrecía.

—¡Perfecto! El elevador está a su derecha. Que tenga una agradable estancia— me dijo, con otra sonrisa.

Asentí, agradeciéndole, y me dirigí al elevador. Pulsé el botón y esperé a que llegara. Al entrar, pulsé el número 7 y observé cómo las puertas se cerraban. Mientras subía, mi mente volvía a la razón por la que estaba aquí.

Finalmente, el elevador se detuvo y las puertas se abrieron. Caminé por el pasillo hasta encontrar mi habitación. Al entrar, observé el moderno y cómodo interior.

La amplitud del lugar es perfecta para una sola persona. En el centro de la habitación destaca una cama enorme con un cabecero de madera de nogal oscuro, flanqueada por dos mesillas de madera maciza, cada una con lámparas de noche cubiertas con tela a juego con las cortinas.

Enfrente de la cama hay una ventana que ofrece una gran vista, mientras que el televisor se encuentra a la derecha. En una esquina, un sillón individual de piel color rojo carmesí destaca como el punto más llamativo del espacio.

Guardé y acomodé todas las cosas de las mochilas en los cajones. Luego, abrí las cortinas y disfruté de la vista. El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo de un tono anaranjado. Me quedé así por unos minutos, contemplando el hermoso atardecer.

De repente, mi estómago ruge, recordándome que no he comido en todo el día. Pensé en comer algo en el restaurante del hotel, pero decido salir y aprovechar para caminar por las calles de Musutafu.

Reencontrándome con el pasado (Bakugo x T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora