Capitulo 3: La unión al gremio y primera misión

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Me desperté de mi largo y reparador sueño; me levante he hice las cosas que usualmente hago como bañarme, arreglarme, cocinar el desayuno.

Pero este día iba a ser diferente, me uniría al gremio de aventureros.

Se que van a empezar a decir "Adam ¿Por qué te vas a unir al gremio si tienes un montón de monedes de oro?" pero es que en realidad es que no puedo quedarme sin hacer nada, además, ese dinero es de emergencia.

Bueno, el caso es que hoy iría a la ciudad a la ciudad principal a solicitar ingreso al gremio.

Me dirigí al cuarto de Melissa para saber si quería ir conmigo a la ciudad para entrar al gremio.

Abrí la puerta y miré hacia dentro, Melissa estaba en su cama dormida, con los brazos y piernas extendidas ocupando toda la cama, incluso le salía baba, JAJAJAJA

Al parecer no se va a despertar, aunque la hable o la mueva, mejor la dejo dormir.

Mientras cerraba la puerta del cuarto de Melissa sentí un mal presentimiento, pero no le tome importancia.

Cerré completamente el cuarto de Melissa, agarré mi espada y salí de la casa.

Empecé a caminar por el mismo sendero con el sol apenas saliendo. Aún es muy temprano.

Si vemos la distancia de la casa a la ciudad es una caminata de una hora, aunque es relajante caminar junto a la naturaleza, cuando lo haces todos los días se vuelve muy cansado.

Claro, estaba la posibilidad de comprar una carreta tirada a caballos, pero eso es mucho más gasto, los caballos en su alimentación y cuidado y la carreta en su mantenimiento.

La mejor opción sería mudarnos a la ciudad, nos traería muchos beneficios, estaríamos más cerca del gremio y de las tiendas de la ciudad.

Cuando regrese le comentaré a Melissa si le parece una buena idea, la casa en la que estamos actualmente nos serviría como casa de vacaciones, no tengo planes de venderla ni nada por el estilo, eso sería una gran perdida, tanto económica como emocional.

Llegue a la ciudad, pague mi peaje y entré; ara bastante transitada como siempre, gente caminando por los costados de las calles, algunas entrando a las tiendas, otras caminando solamente, carruajes pasando en las calles tranquilamente, era bastante pacifico.

Me dirigí al centro de la ciudad, en ese lugar había un mapa completo de la ciudad, ahí podría ver donde se encuentra la sucursal del gremio.

Después de ver el mapa y ubicarme, me dirigí al norte como el mapa me indicaba.

Camine por unos cinco minutos hasta encontrarme frente a un edificio como los demás, aunque lo que más destaco de este lugar era su gran tamaño, bastante amplio y dos plantas, era de un color marrón que pretendía mostrarse viejo, no entiendo la razón de querer mostrarlo así.

Frente a la entrada del gremio la cual era de madera, había dos hombres bastante fornidos peleando entre ellos ¿Acaso eso era normal?

Entre al gremio un poco extrañado, dentro había varias mesas redondas de madera con una banca circularla cual estaba dividido por la mitad y rodeaba toda la mesa, había como cinco de esas mesas.

Enfrente había una tabla, bueno, no una tabla, más bien una pizarra en la cual había varias hojas clavadas por clavos diminutos, al parecer eran las misiones que actualmente había.

Al costado izquierdo estaba la recepción, estaban dos chicas detrás del mostrador.

La chica de la izquierda estaba atendiendo a un grupo de chicos, tres chicos y dos chicas, todos con una edad alrededor de los catorce a los dieciséis, los tres chicos tenían espadas un poco más cortas que la mía, uno tenía el cabello y los ojos rojos, se veía que había entrenado bastante, su cuerpo lo mostraba, otro chico tenía el cabello del mismo color que el mío, el chico estaba un poco menos de forma que el anterior pero se defendía, el tercero tenía el cabello negro, su cabello estaba un poco largo y se veía lacio, le cubría los ojos pero lo podía ver, ojos negros, el chico se veía que era algo tímido.

Los 6 héroes (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora