Entre los Secretos

Capitulo 3: ¡Síndrome Mexicano!.

Narra Estevan.

¡Llamada Telefónica!

– No puedes estar hablando encerio cabron– Comencé a reír – Ahora tu Hermanastro es tu padrastro, no wey.

— Te estoy hablando encerio, y no te burles puedes.

— Además wey, tu simplemente mira adelante sal consíguete una weya que te toque la madre cabron.

— Estevan que putada que estés hablando así, no eres ni cerca Méxicano. – Ríe.

— Disculpa mano, pase todo el fin viendo series Mexicanas y bueno, ahora no logro sacarme estás pinches palabras wey.

— Mejor déjalo así, te dejo voy a entrar a clases, y la presiosa Lucrecia me está esperando.

Que pinche Martín, ya se colo a ex de Juan Carlos. Por cierto ese wey en que onda andará, ni un solo mensaje en todo el fin de semana. Espero que esté bien, y no se allá muerte.

Su mirada me mataba, no lograba definir entre entre ella y el paraíso, para mí ella es éso, el paraíso caribeño más hermoso de todos.
Solo verla caminar era un destelló, la neta tenía un sumbado encantado, matador, dominante, y elegante

¡Que morena wey, que morena!.

– Sr Plark, tengo una duda – Dice acercándose lentamente a mi– Son cierto los rumores que andan en la empresa.

Sentía su aliento en mi cuello, que subía lentamente por mi barbilla, hasta llegar a mi oreja, que mordía con suavidad. Me susurro algo terminar para mí en este momento.

– Que eres un tigre en la cama, arrasador, y yo te tengo loca – Desabrochaba mi pantalón, arrodillada en piso – Ahora quieres que sepas que yo soy una tigresa Caribeña y no me dejó dominar por ningún tigrecito.

Hay fue cayendo mi pensar, se derrumbó totalmente todo lo que algún momento mi pervertida mente construyó en ese momento.

– Nunca e dicho eso señorita –Nl lograba mirar su rostro, sus senos chocaban con mis vista – Pero nunca e pretendido, prenderla ni mucho menos abusar de usted.

– Quiero que sepas algo, aunque esté trabajando para ti –Se aleja – No significa que me tenga que derretir por ti, y mucho menos acostar con Tigo. IDIOTA – Tira la puerta.

No logré Enter lo que sucedía, pero algo si me quedó muy claro esa chica tiene potencial, estoy demaciado cachondo, solo imaginar lo que pudo a ver pasado si ella no fuera salido con tremenda locura.  Juan Carlos entran mirando hacia atrás, seguramente a Gabriela.

– ¿Que le hiciste bro? –Me mira confuso– ¡Va como una fuera e!.

– ¡Ni yo sé que le hice cabron!. pero algo si te digo, me dejó muy caliente wey.

– Wey, Cabron, que falta mano que me digas todo esto está de puta madre o no manches wey. – Comiendo a reír – Que tienes síndrome Mexicano o que cabron.

– ¡Larga historia, pero ella, está morena estuvo a punto de mojar lo wey! –¡Estoy muy cachondo!

— Pero qué no se te –Trate de explicarle con mis manos, es gesto de levantar.

— No lo digas ni de broma wey, fue algo extrañó, me dijo que escucho rumores que estuve hablando de ella cosas heroticas o algo así –Suspire– No escuché muy buen, fue lo menos que escuche en realidad.

– Estás mal bro, sin duda síndrome Mexicano – Comenzó a reír.

Nos quedamos en silencio por algunos minutos, no podría dejar de pensar en lo que sucedió, mi imaginación termino lo sucedido, y para mí fue grandioso. Por otro lado Juan Carlos investigaba sobre mi supuesto síndrome Mexicano, trato de explicarme las consecuencias pero yo no le preste ni un chingó de cuidado, solo escuche que es contagioso.

– ¡Por cierto Juan Carlos por qué no me escribistes ni una sola pinche ves en todo el fin de semana!.

– Estuve ocupado wey.

– ¿Y no puedo saber en qué?.

— No es tu pedo cabron, lo siento.

— Claro cabron. –Me levanté– En que andas wey, soy tu amigo no me piensas contar.

– No quiero incluirte en esto wey –Comenzó a reír y a mirarme fijamente– Yo no quiero que arruines tu vida.

– Wey mi vida ya está arruinada.

– Sabés, si te cuento estás incluído en mis planes.

– Hasta el final con Tigo –Que será– Cuentas con migo wey.

***

Estoy confundido con lo que me dijo Juan Carlos es difícil analizar, y aceptar como será todo. Pero estoy dispuesto a acudir con todo.

¡Llamada!. (¡Número desconocido!)

– Halo, Estevan Plark.

– Te equivocaste en tu decisión.

– ¿Quien hablá?.....Halo, Halo.

Quien era ése, cuál decisión. Todo está extrañó.

★★★★★

Hola amigos, estoy de vuelta.
Este capítulo está dedicado, a mis seguidores Méxicanos, espero que les guste y no se ofendan, está hecho con cariños.
Y es muy cierto lo del síndrome Mexicano. Jajaja.

¡¡Espero su comentario, y la estrellita amigos!!.

#EntreLosSecretos.