『𝔻𝕖𝕛𝕒 𝕧𝕦』

III

-En la escuela no saben nada, dicen que no los vieron llegar. -Daba vueltas de aquí para allá con su celular en la mano. Ya casi se arrancaba el cabello por el estrés que sentía.

Cherisse lloraba desconsolada, sorpresivamente Eduardo también lo hacía. Los niños no aparecían por ningún lado. Se alistaron y salieron temprano hacia la escuela como siempre lo hacían pero a la hora que se suponía que debían regresar no lo hicieron. Estaban desaparecidos.
Interrogaron a los chóferes quienes dijeron que los pequeños nunca de subieron al auto para irse a la escuela, pensaron que se irían caminando. A la escuela nunca llegaron. Sinceramente no tenían ni idea de donde estarían.

Darion daba vueltas de allá para acá, llamando a los mejores agentes y detectives para que encontraran a los niños. La policía ya estaba laborando en su búsqueda, pero ya iban unas 40 horas de búsqueda infructuosa. Empezaban a rendirse.

-No, es que, si le pasa algo a mi niña, no, por Dios no. -Duardo se veía realmente afectado por la desaparición de su hija. Era algo chocante verlo así pues cuando Octavio se fue él no se enteró hasta semanas después y tampoco hizo mucho para buscarlo.

El señor Silva, entre llanto, entró a la habitación de su hija. Sus cosas seguían tan desordenadas tal cual las había dejado. Se sentó en su cama y, sin razón, aprovechó el momento para pensar, pensar mucho.
¿Acaso era un buen padre? A Selena nunca le faltó nada y siempre tuvo todo lo que quería, pasaba mucho tiempo con ella y la trataba como su princesa. La amaba demasiado, más que a nada, y por ella haría lo que fuera. Así que sí, era un buen padre, ¿o no?... Realmente no. Cuántas veces Octavio necesitó de él y no estuvo allí. Cuántas veces tuvo la oportunidad de estar juntos y decidió hacer cualquier otra cosa. Cuántas veces el niño le suplicó que fuera a verlo a alguna de sus miles de competencias escolares, prometiéndole que ganaría para él. Cuántas veces cuestionó sus gustos y capacidades, llamándole inútil. Cuántas veces lo obligó a ir a tontas reuniones donde moría por salir corriendo de allí. Cuántas veces necesitó un consejo, un apoyo, una charla de padre a hijo y nunca se la dio. Cuántas veces lo ignoró, lo juzgó, lo humilló por querer hacer lo que le gustaba. ¿En qué momento fue realmente un padre para él? Ahora que lo piensa... Nunca.
Él no fue un buen padre, lo es ahora, pero ya es tarde. Ya nunca podría darle a su hijo lo que siempre necesitó, pero podría darle a su hija de sobra lo que a el otro le faltó. Es bueno arrepentirse, ¿no?

Al ya lograr relajarse un poco divisó algo inusual sobre el escritorio de la niña: una hoja doblada a la mitad y decorada con algunas flores y dibujos. A Selena no le gustaba mucho hacer manualidades, ¿entonces qué era eso? Al acercarse para ver pudo notar que esta tenía algo escrito. Al abrirla, se encontró con una muy mal hecha carta, escrita en un español casi ilegible(tanto por la ortografía como caligrafía), pero él lograba entender lo que decía.

"para papa

Papa losi ento por hirme pero ai algo importante qe tengo qe aser
Te amo mucho papa pero qiero conoser a mi familia
Yo y jona bamos a ir a solace a conoser a nuestros ermanos despues volveremos papa lo prometo
si qieres puedes benir y acemos una reunion familiar con los che tanvien seguro qe mi ermano octabio y ajai se ponen muy felises
te qiero papa chao"

No puede ser.

═

-¡¿Que ellos qué?! -Al menos ya sabían donde buscar pero, ¿como pudieron ellos dos irse del planeta solos? Y más aún con rumbo a Solace, el planeta más poblado y peligroso de las Tierras Salvajes; quién sabe con qué tipo de gente te puedes encontrar ahí.

-Pero eso no es todo... Tenemos un problema. -Tenía la cartita mal hecha en sus manos. Los otros dos le veían espectantes.- Los niños saben sobre... Sobre ellos, ya saben, las leyendas. Ajay y Octavio.