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V

–¡Es hoy, es hoy! –Corría por toda su habitación buscando qué atuendo ponerse. Al escoger uno adecuado lo dejó sobre la cama y corrió a la recamara de sus padres. Saltó sobre la cama cuando por fin estuvo allí, despertando a los mayores.– ¡Vamos, ya es hora de irnos, vamooos!

–Apenas son la seis de la mañana... –El niño colocho no dejaba de saltar sobre la cama, intentando levantar a sus padres. –El juego es hasta las diez, Jona. Ya bájate.

–¡Pero hay que estar listos! ¡Tenemos que salir temprano si queremos agarrar los mejores puestos! –Y siguió.

–Así no hay quien pueda dormir. –Tuvieron que levantarse de una vez. Jona ahora saltaba de la alegría.

Hoy se estrenaba una nueva arena para los Apex Games: Olympus, el paraíso en el cielo. Y por primera vez los niños podrían ir a ver los juegos en persona.
Aquellos que pagaran una entrada platino podían tener acceso a unas instalaciones especiales donde podrían seguir de cerca los pasos de las leyendas a través de cámaras, siendo una experiencia mucho más emocionante y personalizada que ver los juegos a través de la televisión. Y hoy por fin podrían hacerlo.
Esta habitación se encontraba en algún punto cerca de la arena la cual se podía ver de fondo a lo lejos por el gran ventanal que este cuarto tenía. Frente a la ventana habían muchos asientos, parecidos a los de cine, y cada uno tenía un sistema de lentes extraños conectados al techo.

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–¡Vamos papi, vamos, vamos, vamos! –Ella había acabado su desayuno en un instante y ya estaba más que lista para irse. Su padre apenas estaba empezando su café.– Seguro que los Che ya llegaron allá, ¡tenemos que irnos!

–Todavía falta mucho Selena, relájate.

–¡Pero nos van a quitar los lugares!

–Ya están reservados amor, nadie nos los van a quitar.

–¡Pero le prometí a Tavo que sería la primera en llegar!

–Él no se va a dar cuenta, no te preocupes.

Ahora estaba molesta, ¡quería irse ahora! Pero luego lo pensó mejor; si seguía insistiéndole a su papá no la llevaría a ningún lado y definitivamente no podía perderse los juegos de hoy, ¡estrenarían Olympus!

Con Olympus se referían a una de las 'islas' flotantes, pues realmente Olympus es un conjunto de ciudades flotantes. Una de ellas está deshabitada por su inestabilidad, se volvió más segura con el paso del tiempo pero ya no era capaz de ser habitada así que el Sindicato la compró y la convirtió en una nueva arena para los juegos. Por eso la emoción de los niños: hoy por fin podrían ir a ver de cerca a sus hermanos jugar. Verían como estrenan la nueva arena.

–Y... ¿Ya ahorita nos vamos?

–Selena, por Dios, para.

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Hacía un bonito día hoy, perfecto para los juegos. Ambas familias se encontraron en el lugar y se acomodaron todos juntos. Como aún no empezaba el juego las cámaras mostraban la arena.
Estas funcionaban como unos lentes de realidad virtual. Simplemente seleccionabas a la leyenda que quisieras ver y verías su perspectiva, como en primera persona. Sino, podías escoger la opción de batallas y esta te llevaría a ver de forma general los enfrentamientos que estuvieran sucediendo en ese momento. También había una opción libre donde simplemente veías una cámara que vagaba por el mapa.