Porque fue en tu corazón
donde se instaló la insensatez,
porque fue dónde el amor
se hizo espacio,
para no desaparecer.
Y aunque tú escondieras
el revuelo de tus latidos,
y el aleteo de las flores
subiendo por tu garganta,
y aunque sintieras
que
no
po
dí
as
res
pi
rar...
Incluso un ciego
habría notado
la enredadera de jazmines
que portabas dentro de
tu esqueleto, e igualmente
un sordo
habría escuchado tu felicidad.
Inclusive tú,
habrías notado
que el aire
había vuelto a tus pulmones.
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Flores
PoesíaVivencias cortas de un corazón marchito. La imagen de la portada pertenece a prinsomnia.