Día 5: Universidad

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Sumario: ¿Qué les importaba a los demás si el conserje y la profesora de biología andaban o no en un rollo? Bueno, quizá si no usaran las instalaciones de la universidad...

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A Armin le gustaba la paz y tranquilidad que emanaba su universidad.  Podía estudiar con calma, no había (muchos) estudiantes revoltosos, tenía a sus dos mejores amigos en campus cercanos.  Casi, casi se podría decir que la vida era aburrida y monótona en cuestiones sociales.

Porque en excelencia académica era excelente.

Eso había pensado hasta esa tarde.

Para el rubio fue incómoda la situación.  Un gritillo en particular, la puerta forzada, las manos de la profesora de biología alrededor del conserje del instituto.  Las de él sin intención alguna de soltarla.

En honor a la verdad, no  había nada indecente en la posición en que los encontraron.  Bueno, no tanto, exceptuando que habían estado encerrados, al parecer abrazados. En el cuarto de limpieza.  Era normal que Levi-san estuviera familiarizado con el espacio reducido, pero Hanji-san no.

Mikasa fue la primera en reclamar.

—Tú puedes y yo no.  Eres un cínico, hipócrita, descarado, sinvergüenza... — acusó la muchacha, enfurruñada con su primo.  Se detuvo en sus palabras.  Armin no supo por qué ni tampoco prestaba mucha atención a su amiga, pues estaba más aturdido por ver la incómoda expresión de los adultos que no notó la mano de Eren deslizarse por la baja espalda de Mikasa.

Vamos, que Eren admira mucho a Levi, muy aparte que desea su permiso para cortejar de manera formal a su prima. En el fondo Jaeger buscaba calmar a Mikasa. Y lo consiguió MUY bien.

Erwin trató de analizar la situación, su mano sobándose la barbilla en claro análisis.  Sus dos empleados ejemplares no se atreverían a echar a la borda sus respectivos trabajos por una simple calentura.

—Creo que antes que nada, podemos pedir una explicación.

Levi soltó un gruñido de fastidio, con claras intenciones de responderle que le explicaría una mierda, cuando las manos de Hanji lo aprisionaron, las uñas raspando su piel a través de la ropa.

—Es que necesitaba un trapo absorbente para hacer un experimento.

—Y lo estabas buscando entre las ropas de Ackerman— soltó Auruo con evidente sarcasmo.  Levi juró en silencio vengarse de ese estudiante.

—¡Claro que no!— replicó Hanji.  El siguiente examen realmente lo hará sufrir y llorar lágrimas de sangre.  Luego bajó la voz, como si estuviera contando algo un poco vergonzoso —Levi se ofreció a ayudarme, pero se cerró la puerta.  Sufro de nictofobia, por ello me alteré.  Él solo estaba tratando de calmarme.

Nanaba, del área de orientación estudiantil, intentaba calmar a los pocos alumnos presentes y a sus colegas.

—Bueno, eso es evidente que la repentina oscuridad te alteró— afirmó ella, en claro tono de profesional de salud mental. —Es lógico que el pánico nublara tu normal raciocinio.

Hanji asintió, volviendo a aprisionar los hombros de Levi.

—Entonces pondremos un sistema de iluminación interno, para evitar este tipo de inconvenientes— observó Erwin, preocupado por la salud mental de una de sus mejores profesores.

—Y claro, la universidad gasta más en recursos al subir la cuenta de energía eléctrica.  Más bien parece que su conserje no tiene para pagar el mot...— lo que estuvo por completar Auruo, no lo logró porque  Petra lo golpeó en las costillas, y le tapó la boca, provocando que se mordiera la lengua.  Si él quería una oportunidad de obtener puntos extras en Biología, con esa actitud castrosa contra la profesora no lo va a conseguir.

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