Un Chico Extrañamente Palido

[26] House on a Hill

Capitulo #26 House on a Hill (traducción: casa en la colina)

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Luego de un largo viaje llegamos finalmente a nuestro destino, donde seria nuestra, oficialmente, primera cita. Había dejado de preguntarle a Zac a donde estábamos yendo hace bastante tiempo; pero no pude evitar volver a hacerle la misma pregunta una vez que veo una densa línea de àrboles alrededor nuestro, donde finalmente estacionamos.

- Entonces... ¿ahora si vas a decirme dónde estamos?

- ¿Cuál hubiera sido la gracia si te decía a donde veníamos?- me responde- No te hubieras sorprendido.

- Me mude a Covington hace menos de un año Zac- wow, como había pasado el tiempo- Nunca salí tanto del pueblo a lugares como estos, cualquiera me hubiera sorprendido.-

- ¿Entonces por que preguntas?- me pregunta con tono obvio.

- Como sea- inspecciono un poco el lugar donde habíamos parado y veo que lo único que hay son árboles- ¿Este era tu lugar secreto?-

Zac se ríe.- No. A donde te quiero llevar no se puede ir en auto, vamos a tener que caminar un poco. No mucho. Digamos que esta un tanto escondido, por eso lo concidero especial.

- Entonces yo sería especial si me llevas a lugares así-

- No te me hagas la agrandada Arese- dice sonriendo.

Comienza a caminar, internandose en el pequeño bosque conmigo a la par. En el camino empezamos a hablar de cosas sin sentido, cambiando de temas como, por ejemplo, que se suponía que hoy yo tenía que ir a clases, a las cuáles falte ya que a la mañana recibí una paliza por parte de alguien que no conocía. De la nada, luego de lo que habrán sido unos buenos diez minutos de caminata escucho que me dice:

- Bienvenida a mi pequeño paraíso-

Camino para ver mejor el lugar: Estaba sorprendida, anonadada.

- Wow- es lo único que logro decir, aunque no era la palabra justa para describir lo que veía- Este lugar es hermoso.

Y sí que lo era.

Justo en frente nuestro teníamos un gran lago. Rocas emergían del lado izquierdo de donde nos encontrábamos, como si estas escondieran aun mas este pequeño santuario. Parecí un lugar bastante desolado, no había basura en esta pequeña playa como suele haber en muchas playas, signo de mucha actividad humana. Este lugar era demasiado pacífico, como si hasta el aire lo hiciera así.

- Gracias por traerme aquí, Zac- le digo mirándolo. Por la forma en la que miraba el espectáculo pude deducir que este lugar si era especial para el como me había dicho.- Em... ¿como lo descubriste?

- Yo... No fuí quién lo descubrió- dice mirando a un punto fijo, como si tuviera la vista perdida. Como si estuviera sumergiendose en sus recuerdos.- Cuando era mas chico un día mi padre me trajo de la misma forma que yo te traje a ti. Estaba encandilado de lo hermoso que era este lugar y de como nadie lo venia a ver. De chico solía ser mi santuario, mi lugar especial; claro que también el de mi padre ya que sino no tenia quien me traiga- sonríe un poco recordando seguramente como habrán sido esos tiempos.- Descubrí que no quería venir a este lugar solo; cuando me asesinaron y mi padre fue culpado, sabía que nunca mas volvería, no tenía tampoco ganas de venir... Hasta que bueno, se me ocurrió que tal vez te gustaría este lugar.

***

Nos pasamos unas buenas dos horas allí. El tiempo con Zac, no sabía porque, se pasaba demasiado deprisa, apenas parecía que habíamos llegado. En un momento Zac me tiró al lago, por lo que terminé empapada de pies a cabeza. Obviamente no me hizo ninguna gracia ya que no logré tirarlo a él, además de que todavía seguía riéndose cada vez que me ve mojada.