[O8] Yo nunca

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Espero que disfruten el capítulo y si alguna vio la serie 'Lost' conocera el juego del 'Yo nunca'.

Como siempre, perdón si hay errores de ortografía.

Nos leeremos en el prox capítuloo :)

Leshuga~

Capítulo #8

Me encontraba caminando sola hacia mi casa. Zac se había rehusado a dejarme caminar sola pero no tuvo opción ya que Justine, su madre, le recordó que estaban partiendo a Slidell a visitar a su padre en la cárcel de allí.

Le envié un mensaje a Annie y otro a Derek en cuanto estuve fuera de la casa de los Mandrake, diciéndoles a ambos que no podía ir a sus casa para lo que necesitaban sin darles muchas explicaciones. No estaba de humor para hablar con nadie, ni siquiera con mis amigos.

Estaba a punto de abrir la puerta de mi casa cuando suena mi teléfono, era una llamada de Derek.

-Hey Mara, ¿Como va todo lindura?- me dice al otro lado de la linea, con solo esas palabras pude descifrar que estaba borracho. También al fondo se escuchaba música a todo volumen y muchas voces.

- Ay no Derek estas borracho, dime donde estas y voy a buscarte.

-No se donde estoy. A ver, espera- y escucho que le pregunta a alguien que tenía cerca de él- Estoy en Libelulas, pero por favor no me vengas a buscar, la estoy pasando de maravilla, en realidad la estamos pasando de maravilla, ¿Verdad chicas?- y pude oír mucho gritos de alegría de un par de chicas.

-No doña, no me moveré de aca-

Maldito Derek y maldita mi compasión por la gente.

Libelulas ni siquiera quedaba en Covington, así que tardaría por lo menos una hora en llegas allí, pero ¿como? No tenia auto y el único que podría manejar seria el de mi padre, el cual nunca me dejaría usarlo porque 1) no me dejaría salir del pueblo para buscar a un chico borracho a un bar, 2) ya era entrada la madrugada y 3) Si me dejara a todas las anteriores, Selena, mi madrastra, lo convencería para no dejarme ir.

Deje de hacerme mala sangre cuando la respuesta apareció frente a mi como por arte de magia: Annie tenía un coche, ella me lo podría prestar.

Cuando la llamo y pido su ayuda, no parecía muy convencida, tal vez porque sus padres no me dejarían llevarme su coche, pero después de insistirle con mis 'porfiiisss' reiteradas veces, accedió a llevármelo a mi casa, con la condición de que yo le explicaría a sus padres porque a altas horas de la madrugada yo salía en su coche camino a un bar fuera del pueblo.

Pero ese no era el problema mayor, pero ¿como se lo explicaría a mi padre y a Selena? Algo se me tendría que ocurrir sino estaba muerta.

Cuando llegué a Libelulas, ví a varias personas mirándome, seguramente porque era la única que no encajaba en el ambiente de ahí.

Entré buscando al muy estúpido de Derek y lo veo rodeado de unas cuatro chicas.

-Mara, que gusto verte esta noche, ¿vienes a hacernos compañía?- no sabía si arrastrarlo a la salida como una madre a su hijo o poner cara de repugnancia y salir sola.

Lo agarré del pelo medio en forma de actuación y lo hubiera llevado al auto si un hombre grande, de unos treinta pico de años, no se nos hubiera parado en la entrada.

-No soy un ladrón, pero ese chico- y señalo a Derek, quien estaba medio apoyado, medio tirado en mi hombro- me debe cien pesos.-

-Vamos hombre, no te vas a morir por unos cien pesos, olvidado y ya- estaba decidida a pasar pero el hombre me empujó haciendo que me caiga con Derek como peso muerto encima mío.-

Un Chico Extrañamente PalidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora