𝟑𝟒;; ¡𝐉𝐞𝐨𝐧𝐠!

1.1K 148 7
                                    

❝𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐞𝐱❞

No, por favor, no.

Entré en desesperación y empecé a caminar en círculos. Los llantos eufóricos de Nayeon poco aportaban y hacía que mi cabeza se estrujará y sintiera toneladas de peso en ésta.

–¡Jeongyeon... Por favor, no me dejes! –Gritaba Nayeon extasiada, llena de locura y lágrimas.

De nada me serviría intentar calmarla, sólo lloraría más fuerte y clavaria sus uñas en mis hombros. Volteé mi mirada a la sala de emergencias y empecé a sentir un peso en mi vejiga, cómo si me estuvieran tomando esta y estripando entre sus manos. La mayor sensación de nervios que he llegado a experimentar.

Empecé a caer poco a poco en la realidad, en el inicio quería que Nayeon se callará para poder consentrarme.

Pero no.

Ahí estaba Jeongyeon, en la sala de emergencias. Al parecer tuvo un accidente de regresó a casa y es lo peor que puede ocurrir en estos momentos.

Nesecito apoyó, nesecito que alguién me acaricié los hombros y trate de calmarme con palabras coherentes. Pero la única persona capaz de eso ya no está.

Te nesecito Jennie.

Comencé a llorar sin darme cuenta, mis manos estaban en un puro temblor y mi garganta estaba seca, no había tomado absolutamente nada en todo el día, llevaba casi todo el día escuchando el llanto agónico de Nayeon y los murmullos de demás personas.

Jeongyeon es como una tía, fué siempre mi mayor fuente de apoyo, y junto a su esposa, Nayeon, siempre estuve con una sonrisa, incluso en broma nos regalo unos condones rotos tanto a mí cómo a Jennie.

Sonreí enternecida al recordar cómo Jeongyeon hablaba con su pequeña hija, Ryujin, quien es como un pequeño cachorro de oso.

Empecé a limpiar mis lágrimas con anhelo, no podía pensar en otra cosa que sea lo malo, mire a los costados encontrándome con unos ojos pequeños mirándome con curiosidad, Ryujin ni sabía que ocurría, sólo miraba a su otra madre con pánico al verla llorar de esa manera.

Debo de ser madura.

Me levanté de la silla de plástico y me encamine a la niña, tomé su manita y la encamine a la soda del hospital.

Resoplé y mire cómo no dejaba de clavar su mirada en mí, sonreí de lado al recordar a Jeongyeon dándole un sin fin de mimos.

–Pequeña –Murmuré y esto provocó que me mirará aún más curiosa.

–¿Quieres comer chocolates? –Mencioné con una sonrisa, animadamente asintió y levantó sus manitas de forma positiva.

Sentí mi corazón romperse en mil pedazos al recordar cómo planeaba tener un bebé con Jennie.

ᴄᴀʀᴛᴀs ᴀ ʟᴀ ɴᴏᴠɪᴀ ᴅᴇ ᴍɪ ᴇx| ᴄʜᴀᴇɴɴɪᴇ ɢ!ᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora