El pestillo

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Cada día a las 8 de la mañana deberíamos de estar despiertos sino nos mojaban con un “flis flis” así que a las 8:30 ya fuimos a desayunar, al terminar Aina me llamó y me dijo que como había pasado la noche y le dije que muy bien.
A las 10:00 empezó el primer entreno hasta las 12:00 que nos fuimos a la piscina, mientras me cambiaba yo sola en la habitación entró Carla, por suerte no me vió nada pero en mi cabeza pensé que puede que si me hubiera visto me hubiese agarrado más confianza, fuí a la habitación de Carla a preguntarle algo y la vi, la vi sin sujetador, sin nada, desnuda, me dijo que pasara adelante, que no pasaba nada que la viera así, no podía dejar de mirarla, me tartamudeaba la voz, le comenté la cosa y me fuí rápidamente, al salir no me lo podía creer, fui a la piscina y como Quima ya sabía que Carla me gustaba se lo dije, al llegar ella a la piscina fue todo muy incomodo, yo ese dia no me quería bañar, solo puse los pies, pero de golpe noto que alguien me empuja al agu, que me empiezo a mojar toda, me giro y fué ella, entonces salí corriendo hasta que la conseguí tirar a ella también al agua.
A la hora de comer, Quima y yo no podíamos parar de hablar del tema.

Entre la hora de descanso Carla entró en la habitación en la cual estábamos Quima y mis compañeras de habitación, me dijo que la siguiera, me trajo hasta su habitación, justo acababa de salir Aina, Carla lo único que hizo fue cerrar el pestillo.

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora