Capítulo 2: Estúpido

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La conclusión es esta: Doyoung no tiene moral. No tiene sentido del decoro, ni ética, ni comprensión del comportamiento apropiado en el lugar de trabajo. Por eso está aquí, de rodillas en esta brillante oficina, con el pene de Jaehyun en su boca.

No está seguro de cómo sucedió. Entró para darle a Jaehyun una carpeta con viejos registros que aún no han sido digitalizados. Recuerda a Jaehyun apiñándolo contra el escritorio, el aliento de Jaehyun en sus labios y sus dedos clavándose en sus caderas, y lo siguiente que hizo Doyoung fue arrodillarse frente a su silla, con la polla de Jaehyun caliente y dura contra su lengua.

—Sí, así —dice Jaehyun, con voz baja y deliciosa—. Tan bueno para mí, princesa.

Doyoung tararea, con la boca llena, y Jaehyun gime y echa la cabeza hacia atrás.

Se ve tan bien así.

Decide que no le importa ponerse de rodillas ante el hombre más exasperante que existe, siempre que pueda verlo así.

Pone sus manos en los firmes y tonificados muslos de Jaehyun, apoyándose mientras relaja su garganta. Doyoung se levanta un poco y trata de hacer una garganta profunda con la polla de Jaehyun. Apenas puede bajar un centímetro antes de tener que retirarse, ahogándose y tosiendo.

—Eres un terco —dice Jaehyun, pasando sus dedos por el pelo de Doyoung—. Te dije que no tenías que intentar eso.

Doyoung le aparta la mano de un manotazo.

—Cállate —suelta, mirándole fijamente—.Soy muy bueno chupando pollas. ¿Acaso es mi culpa que la tuya sea del tamaño de un bate de béisbol?

—Pensé que te gustaba eso —dice Jaehyun, con una sonrisa de satisfacción en su cara.

Doyoung no dice nada, porque joder, Jaehyun tiene razón. Le hace callar llevándose a la boca todo lo que puede de su polla, ahuecando las mejillas. Desliza los labios hacia arriba y los saca con un chasquido húmedo, y luego vuelve a lamer la raja, levantando la vista para observar a Jaehyun.

Hacen contacto visual. La lengua de Jaehyun se desliza para lamer la esquina de su boca cuando lo hacen, y Doyoung tiene que admitir que se está poniendo incómodamente duro arrodillado frente a la silla de Jaehyun.

Jaehyun, el muy cabrón, se da cuenta. Sonríe y dice: —Puedes tocarte, princesa.

Como si Doyoung necesitara su permiso. No va a darle a Jaehyun el placer de pensar que está obedeciendo, así que no desliza su mano hacia abajo para presionar su miembro, por mucho que lo desee. En lugar de eso, rodea con sus dedos el grueso tronco de Jaehyun y empieza a acariciarlo desde la base hasta la punta, siguiendo con la lengua la parte inferior. Está resbaladizo por el pre semen esparcido y por toda la atención que Doyoung ya ha dado con su boca, y el deslizamiento es fácil. Coloca sus labios contra la punta y chupa, y Jaehyun gime, con voz baja pero suave. Un trino de placer recorre a Doyoung, directo a su erección.

—Qué bien —murmura Jaehyun, tan bajo que Doyoung apenas puede oírle por encima de los sonidos húmedos de su propia boca. Acaricia el pelo de Doyoung de nuevo y Doyoung no aparta su mano esta vez—. Tan bueno, princesa, perfecto...

Tap tap tap.

Doyoung se congela. Es la puerta.

Alguien está en la puerta. Alguien está llamando a la puerta mientras está de rodillas, con la polla erecta de Jaehyun en su boca.

Jaehyun mantiene a Doyoung quieto en cuanto se retira, y levanta un dedo a sus propios labios. Silencio. Entonces grita:

—¿Es urgente?

get what you deserve ; JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora