Capítulo 5: Gustar

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—Doyoung.

—¿Qué? —Responde con brusquedad.

—Nada —dice Taeyong, levantando las manos mientras retrocede—. Sólo pensé que querrías saber que has escrito sobre esa misma celda como cinco veces ya.

Doyoung mira su expediente y ve que Taeyong tiene razón. Sisea una maldición entre dientes. Todo el trabajo que hizo en la última hora fue inútil, y ahora tiene que rehacerlo todo.

No es su primer error de hoy, ni el peor de esta semana. Ayer, arruinó una cuenta de tal manera que su jefe lo llamó a su oficina para reprenderlo. El viernes pasado tuvo que quedarse más de una hora extra corrigiendo minuciosamente las entradas erróneas que había hecho, y el martes de esa semana envió accidentalmente informes inacabados a otros departamentos y tuvo que trabajar durante su hora de almuerzo para terminarlos y reenviarlos.

Doyoung no puede concentrarse. No sabe por qué. Y está tan al límite ahora, que la más mínima cosa lo hace estallar. Incluso está gritando a Taeyong quien lo único que hace es tratar de ayudarlo.

—Lo siento —murmura, con los ojos en la pantalla—. Gracias.

—No es nada —dice Taeyong—.¿Quieres hablar de ello?

—¿Hablar de qué? —pregunta Doyoung, tratando de concentrarse en su trabajo. ¿De lo idiota que es él?

—Ya sabes —dice Taeyong—. Tú y Jaehyun.

Doyoung cierra la bandeja del teclado.

—No hay nada que hablar —sisea.

—Parece que lo hay —dice Taeyong—. ¿También puedes ser un poco más silencioso?

Doyoung mira a su alrededor y ve una docena de pares de ojos sobre él. Resulta que ha golpeado la bandeja más fuerte de lo que pensaba. Agacha la cabeza un par de veces en señal de disculpa, y cuando todo el mundo vuelve al trabajo, se vuelve hacia Taeyong y le dice:

—No hay nada que decir. Ya te he contado lo que pasó.

—Lo sé, pero tienes que ver que no estás actuando como normalmente lo haces.

—¿Qué estás tratando de decir? —Doyoung se queja—. ¿Que estoy enamorado de él o algo así?

—No he dicho eso —dice Taeyong con cuidado.

Taeyong es su mejor amigo, pero a veces Doyoung realmente lo odia.

—¿Entonces? —dice, quizá demasiado alto. Mira al otro cubículo de su grupo, pero Taeil no está allí, se ha ido a hacer algún favor.

—Sólo digo que tienes tendencia a traducir todas tus emociones negativas en ira —Responde—. Y estos días has estado bastante enfadado.

—Porque sigo cometiendo errores en el trabajo —dice Doyoung.

—¿Y no te preguntas por qué? —Contrataca Taeyong—. Estás distraído, Doie, y normalmente estás con las pilas puestas. Llevas así como dos semanas. ¿Qué es lo que ha cambiado en ese tiempo?

—¿Crees que estoy cometiendo errores por él? —exige Doyoung—. Él no tiene nada que ver con esto.

Taeyong suspira.

—Sólo dime cuando estés listo para pensar en ello —dice—. Estaré aquí para hablar cuando lo estés.

Vuelve al trabajo como si acabara de soltar una pepita de sabiduría dorada. Todo lo que hizo fue molestar a Doyoung aún más. Ha estado de mal humor y ahora es mil veces peor, como siempre que piensa en Jaehyun.

get what you deserve ; JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora