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Gwilym

Hace semanas siento algo raro.

No me especializo en el corazón, pero tampoco puedo ignorar los latidos acelerados, la respiración forzada que siento en ocasiones y el sonrojo de mi cara. No es normal.

Me niego a pensar que es por Hazel, porque es solo una niña, y sería ridículo sentirme así por ella. Pero no puedo ignorar lo que me pasa, con ella.

Desde un inicio sentí una necesidad de estar cerca de ella, de protegerla, y lograr hacer lo que en el pasado no logré evitar.

Se parece tanto a Naomi de joven, quizá por eso siento tanto apego.

Tan espontánea, ocurrente y excelente consejera, ¿es raro compararlas? Me siento un psicópata haciéndolo.

No logro reaccionar los primeros dos minutos luego de la propuesta de Haze, y cuando quiero darle una respuesta una campana que jamás creí alegrarme de oir, me salva.

Mi celular vibra, y debo darle una mueca de disculpa para atender la llamada - Discúlpame, es el hospital.

- Descuida, murmura, alejándose a los sanitarios, aprovecho para contestar.

- Jones ¿qué sucede? - el típico bullicio de emergencias se escucha de fondo, interfiriendo un poco.

- Lee, que bueno que respondes, escucha se que es tu día libre pero, esto es importante, un masculino de 41 años llegó respirando agitado, y a los segundos de preguntarle que le pasaba se desmayo y cayó al piso - frunzo el ceño un poco, vale, esto es un poco  dramático.

- De acuerdo ¿y luego? ¿Seguro no pueden resolverlo por mi? - suspira pesado, oh no, mala señal.

- Ese es el problema - murmura preocupado - le hicimos análisis y presentó un problema cerebral, es interesante pero, muy raro - niego aunque no me puede ver.

- ¿Qué tan raro? Dilo rápido - a lo lejos escucho la voz de Hazel, preguntando si todo está bien, sonrio un poco queriendo tranquilizarla - dame un momento - susurro - Jones, diablos dame el diagnóstico.

El celular de Hazel suena, y poco después oigo su tono preocupado, un "¿qué? Mamá dime que no es cierto me hace desconcertar un poco.

- Parece que tuvo un pre-derrame cerebral por exceso de estrés. Solo susurró un nombre antes de desmayarse; Hazel.

- Gwil - solloza Haze, mortificada - mi padre, se desmayó en el hospital - asiento.

- Lo sé, pequeña.

(....)

Ha sido de los viajes más rápidos que he hecho, no fue sencillo tranquilizar a Hazel, pero la necesitaba calmada, necesita ser fuerte para esto.

Estaciono el auto y bajamos rápido llegando a emergencias, busco rápido a Ben quien trota a mi con la carpeta de los análisis y el diagnóstico.

- Está en la habitación 302, tuvo vómitos constantes, dice que su pecho duele - asiento leyendo las hojas, casi inconsciente camino a los vestidores directo a mi casillero. Hasta que ella me detiene.

- Gwil, por favor dime que todo va a estar bien - sus ojos vidriosos no me tendrían que afectar, a cualquier otra persona le diría que no dude de mi trabajo, que espere y se siente pero, por alguna razón no lo hago tan brusco como de costumbre con ella.

Es que, es Hazel, ella no es cualquiera.

- Yo, haré lo que pueda, lo juro, mejor ve con tu madre a la sala de espera y te avisaré cualquier cosa, descuida, cuidaremos de tu padre ¿si? - vuelve a sollozar y tomo con cautela sus mejillas, buscando sus orbes - Hazel, haré cuanto pueda, lo prometo. Haré que esté bien.

¥¥ D A D D Y    I S S U E S ¥¥ Gwilym LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora