¡Lili! 리니 - 𝐉𝐧𝐤 - 𝐋𝐥𝐦

𝟎𝟒𝟗

- ¿Nerviosa? - Susurró la mayor, entrelazando sus dedos.

Jennie me sonrió, aunque era una bolita de nervios.

- Un poquito...

- Tranquila, bebé, mamá te va a adorar - Le acarició el cabello, mientras le miraba fijamente.

Jennie se acomodó más en su pecho, escondiendo su rostro y tratando de calmar los latidos de su corazón. Amaba cuando Lili le decía así. La mayor rio ante la tierna actitud de su novia, por lo que le dejo un beso en la frente y la apegó más a ella.

- ¿Puedes cantarme algo, Lalice? - Dijo bajito, alzando la cabeza y conectar sus miradas.

- Yo-

La mayor se calló al escuchar ruido en el piso de abajo, al igual que Jennie. Ambas decidieron levantarse, la menor acomodó su cabello frente al gran espejo que tenia Lisa en su habitación, mientras la mayor bajaba las escaleras para recibir a su madre.

- ¡Lalisa! - Le abrazó con fuerza, con una gran sonrisa de felicidad en su rostro - Cuento has crecido - Le tomó el rostro con ambas manos, examinándola.

- Yo también te extrañe - Sonrió, aunque le costó ya que su madre le estaba apretujando los cachetes.

- Hola - Habló una Jennie bastante tímida, desde la escalera y con una pequeña sonrisa sin enseñar sus dientes.

- Oh, tú eres Jennie, ¿Verdad? - Se le acercó con una amigable sonrisa, cosa que hizo sentir menos nerviosa a Jennie.

- ¡Si! Un gusto - Estrechó su mano en un saludo.

La mujer era un poco más baja que Lisa, su cabello oscuro y lacio, y sus rasgos eran similares a los que Lisa poseía, como la forma de los ojos y labios. Realmente era una mujer muy hermosa y elegante.

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Todas se encontraban cómodamente cenando, el ambiente era cómodo y todas se reían. Lisa contaba como le estaba yendo en clases, futuros planes acerca de la música que quería comenzar lo más pronto posible, porque si, Lisa cantaba como los mismísimos ángeles.

A Jennie realmente le agradaba la madre de su novia, si por llamada era alguien agradable y fácil con la que hablar, en persona era mil veces mejor, era chistosa y realmente agradable.

Todo estaba perfecto, hasta que Lisa decidió por fin tocar ese tema.

- Mamá... - Habló seria su pareja - Tenemos algo de que hablar.

La mujer alzó la ceja ante el "nosotras", para luego arrugar un poco el ceño al ver como su hija tomaba de la mano a Jennie y entrelazaba sus dedos.

- Jennie y yo... somos pareja - Soltó, mirando el rostro de la menor, la cual tenía un pequeño sonrojo, pero mantenía una hermosa sonrisa.

- Están de broma, ¿Verdad? - Soltó una carcajada - Deja de jugar, hija, ayúdame a levantar los platos.

Lisa frunció el ceño y Jennie se quedó perpleja, muda y sin saber que decir.

- No estamos jugando, Jennie es mi novia - Dijo, comenzando a enfadarse.

La mujer las miró con una mueca.

- Deja de mentir, yo no te crie para que seas así. No tengo nada en contra de las lesbianas, pero... yo quiero lo mejor para mi hija, no eso - Dijo mirando con desagrado a la menor, la cual se tensó y sintió su pecho doler ante esas duras palabras.

Lisa se levantó de la mesa, con un rostro que reflejaba puro enojo, sabía que había herido a la menor con esas palabras. Podía decir lo que quisiera de ella, pero nunca toleraría que lastimaran a Jennie.

- Pues tendrás que aceptarlo, porque Jennie es mi novia te guste o no - Dicho eso, ya que sabía que seguramente esto acabaría en una gran discusión al ver el rostro enrojecido de su madre, tomó del brazo a su pareja y la arrastró fuera de la casa, escuchando los gritos de su madre pidiéndole explicaciones y que no se vaya.