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Manjirou cerro los ojos, trata do de olvidar por un momento los problemas que había tenido la semana pasada, solo tenía que concentrar en la fiesta de su hija. Al abrirlo se volteo para ver la pintura, esa donde el la pinto con tanto amor. Cada vez que recordaba como murió, no pudo hacer nada, solo vio a su héroe morir enfrente de sus ojos.

- Mikey-kun cuida de nuestros hijos - le dió la última sonrisa,  las máquinas sonaron y eso alteró al mayor.

- ¡¡Takemichi!! ¿Abre los ojos? - se acercó mientras movía al mayor, las enfermeras entraron, junto con el doctor. Draken y Mitsuya agarraron al rubio para sacarlo - ¡Sueltenme! ¡TAKEMICHI! - solo pudo ver cómo los doctores intentaban revivirlo, pero era demasiado tarde, Mikey se quedó en shock.

- ¡Mikey! - sé sobre salto al escuchar el grito de su amigo - Tu hija te está esperando - Draken miró como su amigo esteba mirando la foto, no lo iba negar a el también le dolió mucho la muerte de su héroe llorón. Cuando la noticia le llego, lloro como nunca, grito tanto que sus cuerdas vocales se iban a romper.

El rubio cenizo, se acomodo su cabello. Miro a por última vez al pintura y luego salió de su oficina, ahora se tendría que enfocar en sus hijos.

*

Manjirou miraba por la ventana, la noche era bonito. Sus hijos y sobrinos jugaban afuera mientras eran vigilados por los guardaespaldas. Mantenía una mirada serena y tranquila. Le falta algo y eso era a su amado Takemichi. Dio un largo suspiro, el trabajo lo consumía mucho tiempo, haciendo que lo esté mucho tiempo con sus hijos.

¿Cuando fue la última vez qué te tenía? Era la pregunta que se hacía el mayor, entonces fue cuando un recuerdo le llegó.

- Mikey-kun - un hermoso peli negro de ojos azules se le acercaba - Vamos a verlo - el mayor asintió, salieron de la casa para ir al hospital, su tercer hijo de Chifuyu había nacido. En los brazos de su esposo tenía a su hijo Takeo, un hermoso niño. Y en su mano tenía a su hijo mayor, Shinichiro.

- ¿Y Kazutora? - Takemichi lo pensó y luego se subió al auto.

- Me dijo Draken-kun que Kazutora llegó lo más rápido que pudo para ver el nacimiento de su hijo - Mikey dejo a su hijo a lado de su esposo, se subió en el Copiloto.

Miro por el espejo retrovisor, su esposo mimaba a su hijo de tan solo 2 años, después como le decía cosas bonitas al mayor.

- Papá - escucho el grito de su hija - Siempre he querido decirte - el mayor miró a su hija - ¿Quien es el? - a pesar de todo no había fotos de Takemichi en la casa, solo ese cuadró. Sus hijos mayores se mantenían callados ya que le dolía mucho al recordar a su madre, solo iban a la oficina de su padre cuando se sentía mal y quieran hablar con su madre.

- En su momento te lo diré - acarició su cabeza, la niña hizo un puchero. Mikey sentó a su hija en sus piernas, está se mantuvo callada y miraba la pintura.

*

- Familiares de Takemichi Sano - el doctor esteba enfrente de todos, Mikey estaba esperanzado de que su esposo estuviera bien.

- ¿Esta bien? - el doctor cerro los ojos y negó con la cabeza - Es una jodida broma, ¿verdad? - el doctor miro a los presentes de atrás.

La pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora