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Mikey estaba encerrado en su cuarto de arte, era muy especial para él. Ahí es donde su amado Takemichi le encantaba pasar el tiempo para pintar. El solo lo admiraba mucho como es que Takemichi estaba con centrado.

Miró todos las pinturas las que había hecho el menor, cayó de rodillas al sentir que todo le daba vueltas, se agarro de la cabeza y grito.

- ¡¿Por qué?!¡¿Por qué mierda te lo llevaste?! - agarro un cuadro en blanco y las pinturas. Se sentó en la silla y dejo que su mano hiciera lo suyo, las lágrimas salían al pensar a su amado, dejo cada trazo en ese cuadro. Veía como quedaba, todo esto a tomado forma, se limpio las lágrimas y siguió con lo suyo.

- Takemichi algún día te acompañaré - susurro y se alejo un poco por admirar la pintura. Todo esto era una mierda, miró la hora había pasado 3 horas de las cuales se la pasaron de volada.

Shinichiro dejo su pluma en su escritorio, pensaba en como ayudar a su padre, últimamente ha estado sufriendo pesadillas y también a perdido de peso. Miró de reojo la ventana, tenía que ver en qué hacer. Podría ir con su tía Senju, al ser una doctora ella le recomendaría algo para su padre.

Se levantó y fue a la puerta, tenía que ver cómo estaba su padre, tenía la sensación de que estaría mal otra vez. Sus emociones es un problema, al abrir la puerta vio a Sanzu limpiando el cuadro, frunció el seño.

- ¿Y mi padre, Tío Sanzu? - el mayor se volteo a verlo.

- Está en una bodega abandonada - shinichiro suspiro al saber de lo que estaba haciendo su padre.

- Gracias - el mayor asintió con la cabeza - ah, por cierto le podrías decir a la tía Senju que me marque - el peli rosa asintió con la cabeza.

Salió de aquel lugar y fue a ver a sus hermanos, de seguro estarían haciendo tarea.

*

- Joder esto no sirven de nada - Draken lo miró con irritación - está mierda no me sirvió - apunto el cuerpo sin vida - se supone que esa persona debía de informarme que estaba con aquel tipo - Draken suspiro.

- Ya buscamos en todas partes, tal parece que se enamoro - Manjirou negó con la cabeza y dió una patada al cuerpo sin vida -  vámonos - Manjirou suspiro y salió de aquel lugar desagradable.

Kazutora los esperaba en el auto al ver las caras de los dos supuso que no obtuvieron nada. Tenía que llegar a casa, Edward ha querido que lo entrene.

- Vamos a casa - Draken miró al bicolor y este asintió con la cabeza.

Hizo hace atrás su cabeza, estaba frustrado y no tenía ganas de lidiar con más problemas. Solo quería estar con sus hijos, tenía que encontrar a ese idiota.

Sus impulsos oscuros lo estaban dominando otra vez, no quería eso. Necesitaba controlarlo, después de esto iría con Hinata. Ella era la que lo ayudaba a controlar sus impulsos oscuros, era una psicóloga muy buena. Cerro sus ojos para descansar un poco.

- Mikey - escucho la suave voz de su amado - te amo - era tan relajante si voz - se que puedes controlarte - otra vez no, no quería escuchar eso - tu puedes, tienes a los demás y a nuestros hijos - pero no era lo mismo - Solo no te dejes vencer - y por último vio a su Takemitchi con su hermosa sonrisa.

- Mikey - abrió sus ojos - Es mejor que tomes tus pastillas - Draken vio como las lágrimas de su amigo caían, sabía que soñaba con Takemichi.

- Estoy bien, solo necesito descansar.

*

- Una vez que vine a verte, fue cuando papá me permitió a verte - miro la pintura con inocencia - papá dice que hablar contigo es bueno, pero la verdad no sé porque lo hace - sonrió con tristeza - Mi mamá se llena Takemichi Hanagaki, pero tú ¿Cómo te llamaras? - ladeó la cabeza - papá siempre te llora - sus ojos fueron directamente a la ventana, un rayo de sol entraba por la ventana y vio a una figura. Era el mismo que estaba en el cuadro, solo que vestía todo de blanco.

La pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora