Mi verdadero ángel✔️ [Mi ángel 1][EN EDICION]

Capitulo 14

Después de la cena con los chicos, Marco y yo emprendimos el camino de vuelta a casa. Llegamos a la entrada de mi casa la entrada de mi casa, desabroche mi cinturón, lo mire y me estire hacia el para darle un beso de despedida.

-¿Nos vemos mañana verdad?- pregunte pegando nuestras frentes.

-¿Que es esa pregunta princesa?- susurro acariciando mi mejillas- Claro que sí, mañana paso a buscarte para ir a la escuela juntos.

-De acuerdo piojoso- respondí- Tengo que entrar- murmure señalando la entrada.

-Claro, ve- soltó dejando un casto beso en mis labios.

Cuando nos separamos del beso me gire para bajar de auto, lo volví a mirar a través de la ventanilla baja y hable nuevamente.

-Avísame cuando llegas ¿Si?- dije suplicando.

-Lo hare, tranquila pequeña celosa- susurro con gracia para luego irse.

Me encamine hacia la puerta de entrada, puse la llave en el cerrojo y abri.

Una vez dentro de casa, escuché ruidos en la cocina, supuse que era mi madre preparando su cena. Dejé la llave en la mesa de la entrada y fui directo a la concina para buscar un vaso de agua.

-Hola Bella- dijo tímidamente.

-Hola- le respondí seca.

Me dirigí a la heladera luego de agarrar un vaso. Terminé de servir y volví a guardar la jarra con agua en ella.

-Prepare la cena para ambas- soltó señalando la mesa, en la cual había dos platos.

Mi mirada se repartía en mirar la mesa y a mi madre. Gire para lavar el vaso que use y respondí.

-Que lastima ya comí.

-Ohh- murmuro desanimada, vi de reojos como bajaba la cabeza- Bueno pues creo que voy a guardarla para mañana- limpio sus mejillas y comenzó a guardarla en recipientes de diferente tamaño.

Suspiré sonoramente y me fui a mi habitación dejándola sola.

Me apoye en la puerta que había cerrado detrás de mí. Solté el aire que no sabía que estaba reteniendo y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

¿Y si...? No

Sacudí mi cabeza, limpié mis lágrimas y me metí en mi closet, en busca de mi pijama.

Una vez fuera del baño, me acerque a donde se encontraban mis pastillas, saque las que tenía que tomar y recordé que no había subido un vaso con agua.

-Aggg, mierda- susurre.

Me encontraba en la cocina, sirviéndome el vaso de agua. Estaba a dos puertas de llegar a mi habitación cuando escuche un llanto en la pieza que era de mis padres.

Era mama. Estaba llorando.

Se me hizo un nudo en la garganta el cual no aguante y entre dando un portazo en mi habitación.

¿Por qué estaba llorando?

Mi cabeza no paraba de crear preguntas que no tenían respuestas o que las tenía mi madre, pero no estaba dispuesta en ir a buscarlas.

Llegue donde había dejado las pastillas, las agarre y las tome.

Mi mirada se encontraba en el calendario que tenía frente a mí, deje el vaso en mi escritorio y lo tome para tachar el día que estaba terminando. Por mi cabeza se cruzó la idea de buscar ese día. Pase los meses hasta llegar al mes de agosto.