A todas mis bebés, lamento tenerlas abandonadas, las quiero.
Apenas se habían instalado bien en el nuevo complejo, cuando Natasha informó que llevaría a alguien. Todos, a excepción de Clint, Laura y Steve, quedaron intrigados sin saber a qué persona se refería la pelirroja.
—Hableremos cuando llegue, sólo diré que se comporten —advirtió.
—Pero, arañita, puedes adelantarme algo —insistió Tony, después de largo rato intentando saber.
Los demás decidieron esperar, lo que sí habían entendido es que era alguien importante para ella, pues luego de la batalla contra Ultrón desapareció por meses, tiempo en el que Steve apenas supo de su novia por medio de cartas, pues no podía arriesgarse a utilizar otros medios y ya que el capitán era del siglo pasado, ella eligió esta opción.
Lo cierto es que Bucky (a quien Sam se encargó de encontrar cuando los vengadores batallaban en Sokovia), había sido su entrenador en la sala Roja y aunque apenas estaba recuperando sus recuerdos con ayuda de Wanda, ya sospechaba de la identidad de aquella persona misteriosa. Por su lado el resto de los vengadores casi se morían de curiosidad por saber, en especial Tony y Sam a quienes el chisme les encantaba, por más que lo negaran.
En el gran salón familiar se hallaban dos sokovianos, quiénes apenas llevaban unas pocos meses de haber vuelto a estar juntos, pues luego de la batalla de Sokovia, el platinado quedó en estado de coma y con mucho esfuerzo de Helen Cho (a quien habían salvado de una trágica muerte) había vuelto a ser el mismo.
Unos fuertes pasos le avisaron de la llegada de un par de personas y al voltear hallaron frente a ellos a Natasha, junto a una hermosa rubia, que sólo con pestañear le quitó el aliento a cierto platinado.
—Wand, creo que he conocido al amor de mi vida —dijo, embobado con la rubia.
Wanda sólo negó, pensando que sería como tantas veces y seguiría siendo el mismo mujeriego de siempre.
—¿Y ese quién es? —le preguntó Belova a su hermana, fijando la vista en el velocista que había acaparado toda su atención.
—Pietro Maximoff, ya lo conocerás —contestó, quitándole importancia al asunto.
—Oh, por supuesto que lo conoceré —murmuró, sonriendo y caminando en dirección al platinado, el cual era el único que le faltaba por saludar—. Un placer conocerte, soy Yelena Belova, estoy para lo que gustes —se presentó dedicándole una sonrisa ladina.
—Oh, el placer es todo mío, señorita Belova —correspondió el saludo depositando un beso en el dorso de su mano, haciendo uso de toda su galantería—, Pietro Maximoff, estaré más que encantado de mostrarte el lugar.
Ninguno lo sabía, pero desde el instante en que se vieron, ambos fueron flechados y con el tiempo se convertiría en una historia de amor para recordar.
Escrito: 30/Sept/2021
Después de casi un mes sin subir nada (al menos así lo siento, no he hecho las cuentas), vuelvo con algo cortito, pero espero volver en lleno pronto.
Besos y abrazos. 💛
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ɪᴍᴀɢɪɴᴇs ᴍᴀʀᴠᴇʟ ᴄᴏᴜᴘʟᴇs | 𝐸𝑛 𝑝𝑟𝑜𝑐𝑒𝑠𝑜
FanfictionCortitos de Marvel para alegrarte el día: •Imaginas •Drabbles •Viñetas •Y más Los personajes de esta historia no me pertenecen, estos son propiedad de Marvel y Disney. Prohibida la copia parcial o completa de este relato, la trama me pertenece. Regi...