Aomine navideño

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En Japón, Aomine vagaba por las calles de su ciudad, las cuales se encontraban repletas de personas con sonrisas y vestidas de colores vivos, celebrando la conocida y adorada Noche Buena.

Para Aomine, esta felicidad no tenía sentido, solo eran sonrisas fingidas para aparentar ser perfectos y felices, pero no eran ciertas, pues ante el pequeño error o desacuerdo, toda la falsa felicidad desaparecía.

Sin mencionar las reuniones con familia a la que solo veías esa fecha al año y aun así te fosaban a tratarlos como si se vieran todos los días.

Se preguntaran ¿Por que tanta obstinada negatividad a esta fecha?

Pues resulta que en esta fecha, a Daiki le rompió el corazón, la mujer que creyó era el amor de su vida, su futura esposa y madre de sus hijos; Satsuki Momoi. El moreno le llevaba a ella su pastel favorito y esperaba pasar con ella esa noche viendo películas navideñas sosas, tristemente al llegar sigiloso para sorprenderla, su sonrisa se va borrando al ver zapatos y ropa de mujer y hombre que obviamente no era suya. Con forme se acerca a la habitación de la pelirrosa se oyen cada vez mas claros los gemidos de su novia y otra persona.

Empuja la puerta que esta entre abierta, para ver a Satsuki Momoi, con su mejor amigo Kuroko Tetsuya, ambos en la cama desnudos, en una posicion indecente. Ambos se detienen al oír el pastel caer de la mano de un sorprendido y dolido peli-azul.

Antes que cualquiera diga algo, Aomine ya había salido por la puerta ignorando las llamadas de su ahora ex-novia y ex-mejor amigo.

La peli-rrosa intento hablar con el moreno días después, pero este le dejó en claro que ya no quería nada con ella, Kuroko también trató, pero Aomine se alejó de todos sus conocidos con miedo de ser traicionado de nuevo.

Por eso odiaba esta fecha, y oír los cantos de villancicos no ayudaban a su humor, hasta que a su campo de visión entró el gran árbol artificial y decorado que siempre ponían justo en medio de la plaza principal de la ciudad. Se quedó un momento admirando el árbol que antes le encantaba y llenaba de emoción, ahora solo lo veía como una cosa que el gobierno ponía para que la ciudad pensara que si le importaba la ciudad; cuando la calle en la que creció y antes vivía lleva toda su vida igual de sucia y llena de baches.

Se acercó mas para tomar asiento y ver que chatarra comprar de las de al rededor para pasar el rato, cuando apunto de sentarse escuchó un leve sollozo a su lado, y la vio, a unos metros de el se encontraba una hermosa chica llorando sola.

No entendía por que nadie la consolaba, era hermosa, con cabello café recogido en un moño despeinado, llevando un suéter blanco y una bufanda roja a cuadros con la que se tapaba la cara. Y ni hablar de su cuerpo, que fue lo primero que nuestro pervertido miró.

Claro que no se acercaría a consolarla, ni la conocía, si era bonita, pero no solo por eso le hablaría. Mas había algo, algo que tentaba a Aomine a hablar con ella, tal vez los hilos del destino que tenían un camino preparado para ellos; ya rendido, el moreno se arriesga a que la chica le de una cachetada por acercarse de repente a ella, toma asiento junto a ella y habla.

-Hola- suelta nervioso captando la atención de los hermosos y claros ojos de la chica desconocida- Se que no nos conocemos, pero... ¿Por que lloras? claro, si no te molesta decirme- después de decir eso,cierra los ojos esperando el golpe que nunca llegó, lo que en su lugar recibió una risita de la chica junto a el.

La chica lo mira, notando lo lindo y sexy que era el moreno junto a ella, oigan, nuestra protagonista no es una santa ¿Okey? Tiene ya 26 años y sabe perfectamente lo que le aria si pudiera a ese hombre, aunque creo que ese hombre de 28 también pienza en eso.

-Tengo que sacar lo que siento, asi que te contaré extraño- dijo mirando a los ojos azules de su ahora acompañante- Hoy, mi nov- perdón, mi ex-novio y yo nos encontraríamos en su casa para después salir a cenar a un restaurante en que yo reserve, pero al llegar a su departamento, la puerta estaba abierta por lo que pasé. Y vi a mi Prima Juanita cogiendo con él justo en la mesa de la sala- cuando la chica dijo eso ya estaba llorando de nuevo y Daiki aun en su sorpresa por tan similar caso al de él, trato de consolar a la desconocida abrazándola con un brazo.

One-shots {Daiki Aomine x Lectora}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora