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La detective Gómez dejo el caso abierto, en estos 2 años que pasaron fue agarrando experiencia, pero jamás como los demás detectives, el más pequeño de ellos le sacaba unos 8 años ha Gómez, la aquejaba una duda sobre ese caso, al parecer para ella a nosotros nos tenía sin preocupación, el caso que llevo María 2 años atrás a la comisaria, Gómez llego a la comisaria, allí adentro trasmitían en las noticias, el descubrimiento de los restos óseos de una persona, en las cercanías de un campamento de verano muy concurrido, entre los años 70, 80, 90. Mientras las noticias se daban más incógnitas aparecían, ¿quién podría ser? El reportero informaba que se trataba un niño, por el tamaño del esqueleto, que empezaban a exhumar, los que estaban en ese momento ahí adentro, no podían creer, lo que estaban viendo y escuchando en las noticias, ellos se preguntaban ¿quiénes serían los padres? Que no volvieron a ver más a ese niño, al parecer sería un caso de tipo desaparición forzosa, sin vacilación, cogió las llaves del automóvil, que fue asignado y se dirigió a la escena, llegando al sitio. Un despliegue policial, estaba cercando la zona alrededor del descubrimiento, al llegar las miradas se centraban en ella, al ser la más novata de ellos, no la creían capaz, de llevar un caso de tal magnitud, la detective caminaba con mucha seguridad, para darles a entender, que así ella fuera la novata, también tenía derecho a estar en la escena.

— Este caso es mío muchachos. — añadió Gómez caminando al lugar.

— ¡Vaya! ¡Vaya! Pero si es la señorita Gómez, se te perdió algo por aquí, solo estas de paseo, esta vez la persona ya murió, no vaya a ser que se repita la misma historia ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! Están muy chistosos colegas, pero ¿cómo les fue con el otro caso a los dos? De esa trabajadora sexual, que eran vendedora de estupefacientes, que yo recuerde les fue muy mal, ella los engañó y los hizo seguir pistas que no eran — haciendo un gesto con la mirada.

Gómez no era la misma detective de años atrás sin nada de experiencia, ahora capaz un cien por ciento de enfrentarse a situaciones diversas en la vida, como en el trabajo. Siempre se recordaba buscar la luz al final del túnel, cuando nadie lo ve, seguía acercándose a la escena, estando a pocos metros del crimen, se podía observar con más facilidad el cerco, que implementaron para mantener a las personas a una distancia prudente, como los medios de comunicación, son unos verdaderos carroñeros, eso no detenía a las personas que solo estaban allí, por la curiosidad de fisgonear ¿quién era esa persona encontrada? Mirando a su alrededor pudo observar un grupo de niños, que estaban todos agrupados, que venían de realizar una excursión al bosque.

— Disculpe señora no puede pasar. — dijo el oficial mientras caminaba hacia ella. — Disculpe oficial, soy la detective Mariana Gómez, de la comisaría central de Buenos Aires, argentina estoy asignada a este caso por parte del departamento de investigación.

Ella mostró la placa de detective, todo lo que le pedía para otorgarle el paso, al ingresar al perímetro rodeado, pudo distinguir al detective Ávila, que ya se encontraba en primera fila, para observar lo que estaba sucediendo ahí. En una fosa muy adentro del bosque, como a 1 km del campamento que era utilizado para las vacaciones de niños, exhumaban algo ella se acercó con cautela, para también apreciar el momento.

— ¿Qué tenemos Ávila? — pregunto.

— Gómez me alegro de que llegaras, pensé que te acobardaste.

Ella pensando sin quitar, la mirada del sitio excavado por criminalística forense, la detective Gómez no creía nada de las mentiras de Ávila, al trabajar tan cerca de él, se dio cuenta con el paso de los años, que solo era un viejo sabueso tramposo, solo esbozo una sonrisa, a los comentarios que él decía, mientras más excavan los forenses, se podía apreciar un cuerpo humano, más bien los restos óseos.

Juguemos en el Bosque #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora