Think About U [Taekook/KookV]

CAPÍTULO XI: Así fue como te conocí

Mientras caminábamos, sostenía a Jungkook de la cintura abrazándolo desde atrás. A veces, él me cargaba en su espalda y yo iba ahí como koala. El chico tenía mucha fuerza y últimamente, creo que incluso tenía mucha más masa muscular que yo. Seriamente, estaba meditando en entrar al gimnasio.

Así pasábamos el rato mientras nos dirigíamos a su casa, apenas iba entrando la tarde.

Como iba en su espalda me gustaba hablarle al oído para molestarlo porque me decía que le daba cosquillas, yo reía y le revolvía el cabello. Él tomaba mis manos y hacía como si las fuese a morder, lo que provocaba que riera más fuerte, al final terminamos caminando juntos tomados de la mano.

Cuando llegamos a su casa y abrimos la puerta escuchamos una discusión entre sus padres que provenía de la cocina. Lo miré preocupado. A su madre parecía no caerle bien y su padre aun no aceptaba del todo que Jungkook tuviera un "novio" y no una novia. Debía irme si no quería meter en problemas a Kook.

—No me gusta que este con ese chico—. Mencionó mi querida suegra.

—A mí tampoco me agrada para nada. Parece que tiene otras intenciones con Jungkook—. El señor Jeon alzó un poco la voz.

—Lo he investigado, —dijo la mujer— vive con su padre, es alcohólico. Su familia es un desastre, no se sabe del paradero de su esposa y otro hijo.

¿Qué? Eso ya es un poco demasiado.

—Seguro solo sale con Jungkook por el dinero que tenemos, además estoy seguro que ese chico le metió ideas raras en la cabeza. ¡Es inaceptable!

Me cabreaba la situación, pero que hablaran de mi familia me había dejado fuera de combate. Jungkook por acto de reflejo se volvió hacia mí, me tapó los oídos y me dejó un beso en la frente. Me tomó de la mano y volvimos a salir.

—Todo está bien Tae. Mis padres no eligen con quien quiero estar. Somos tu y yo, no importa lo que ellos digan. Lamento que hayas tenido que escuchar eso. Lo hablaré con ellos. Te amo, no lo olvides.

***

Luego de aquella vez, Jungkook estaba bajo la mira de sus padres. Odiaban que saliera con su hijo. Pero Jungkook trataba de pasar todo el tiempo libre que tenía conmigo, me había dejado en claro que sus padres no podían elegir con quien quería estar y yo no me iba a oponer a los deseos de mi novio.

Estábamos en mi casa, él había dicho que quería cocinar algo para mí, yo estaba hambriento y emocionado.

Lo peor que podría pasar es que la comida le quedara mala, pero aun así la comería como el manjar más exquisito de la tierra.

Él estaba caminando de un lado a otro buscando, cortando y cocinando todos los ingredientes que habíamos comprado antes de venir.

—Kook, ¿recuerdas cuando nos conocimos? —pregunté sonriendo, él asintió sin mirarme.

—Sí, claro, la primera vez que me viste fue en la biblioteca, ¿no?

—¿A qué te refieres con "me viste"? Tú también estabas ahí, es decir, nos vimos—. Fruncí el ceño, ¿cómo podía olvidar algo así?

—Pues, esa no era la primera vez que te veía, ya te conocía Tae—. Me guiñó el ojo.

—Oh... —espera ¿qué? —¿cómo que ya me conocías? —Estaba confundido, ¿cómo que ya había conocido a semejante Adonis y no le había prestado atención? Definitivamente algo andaba mal conmigo.

—Bueno... —dejó todo lo que había ensuciado en el fregador, revisó por última vez lo que había puesto a cocinar y me miró —al inicio del semestre del año pasado chocaste conmigo en el pasillo, me ayudaste a recoger las cosas, pero nunca me viste a la cara, en cambio ahí estaba yo todo embobado mirándote; te disculpaste sin prestarme mucha atención y te fuiste, así fue como te conocí—. Me sonrió y yo estaba haciendo retrospectiva. ¡Oh por Dios! Sí lo recordaba... vagamente.

—Santo cielo, soy un idiota... —me cubrí el rostro con las manos, ¡qué imbécil Kim Taehyung! Pero de inmediato recalculé la situación —¡Espera! ¿Pero lo de la biblioteca sí fue una casualidad?

—Uh, sobre eso... no quería decírtelo, pero en realidad fue planeado— levanté las cejas sorprendido, él me miró y negó rápidamente con sus manos salpicando un poco de los restos de salsa que tenía la cuchara que sostenía en una de sus manos —¡pero no tuve nada que ver! lo juro.

Revolvió un poco lo que estaba haciendo, luego caminó hacia donde estaba sentado, colocó una silla frente a mí y me tomó de las manos. Dejaba suaves caricias que me enviaban corrientes eléctricas por todas mis terminaciones nerviosas.

—¿Entonces? —Lo animé a continuar. Estaba interesado por saber.

—Jimin... él un día me atrapó observándote en la cafetería. Tiempo después Yoongi se dio cuenta, nos dijo que era muy amigo de Hoseok. Se pusieron de acuerdo, hablaron y aunque traté de oponerme— lo miré confundido, casi podría jurar que hice alguna especie de mueca porque Jungkook rio —oh, pero no me malinterpretes, sí me gustabas— sus mejillas adquirieron un suave color rosa y yo estaba embelesado —de todos modos, ellos armaron un plan e hicieron que nos encontráramos en la biblioteca. En realidad, no tenía que chocar contigo, así no iba el plan, pero estaba muy nervioso, no me fijé y bueno.

¡Pero que rayos! Eso estaba más planeado que mi vida. Y yo creyendo que era obra del destino. No me decepcionaba, pero por lo menos debí captar que algo era raro en toda la situación de la biblioteca desde el momento en que Seokjin y Namjoon se comportaban extraño.

—Debí sospechar de algo extraño. O sea, que... ¿todos estaban en la biblioteca?

—Sí —asintió con la cabeza— solo que nos sentamos muy lejos de ustedes. Para que no nos vieras. Dije que era una tontería porque en realidad no nos conocías, pero ellos alegaban que el plan podría arruinarse.

Jungkook rio quedito, como recordando la situación. Yo lo miré detenidamente. Estaba agradecido con Dios o con los dioses -yo creo en lo que sea- por haber puesto a Jungkook en mi camino; era el ser más afortunado en la tierra por tener a un chico tan hermoso y gentil como él.

—Jungkook —lo llamé, le tomé de la mejilla y dejé leves caricias, él buscó aún más contacto inclinando su rostro —creo que tendré que agradecerles a los chicos por haber insistido, gracias a eso ahora tengo al novio más hermoso y genial de todo el universo. Te amo, Kook.

—Yo también te amo TaeTae.

Acorté la distancia y le di un corto beso. Él sonrió cuando se puso de pie, se inclinó hacia mi antes de regresar a lo que cocinaba y me besó, un poco más profundo, más cálido, y por un momento sentí que el aire me faltó. Jeon me iba a matar con tanta sensualidad y hermosura.