Think About U [Taekook/KookV]

CAPÍTULO VII: Mariposas

Ya había pasado poco más de un mes desde que entablamos amistad con Jeon y sus amigos. En ese tiempo la pasé entre el trabajo, libros, algunas tutorías con Jungkook y pensamientos sobre él, algunos de ellos puros y otros un poco pecaminosos. Quizás, ¿eso quería decir que soy homosexual? Bueno no, ¿bisexual tal vez? Pero en realidad no me gustan los hombres, solo Jungkook. Entonces, ¿Jungkooksexual? Joder, que caliente suena eso, pero no, bueno sí. ¡Agh! Soy Jungkooksexual, lo admito, me gusta Jeon, ¿Qué puedo hacer?

Es que ese chico se había puesto más sexy y tierno de un día a otro -no sé en realidad si era por mi repentino interés en él-, y odiaba como a algunas personas se les iba el ojo con el chico, algunas compañeras venían y lo manoseaban sutil pero descaradamente y como él era tan inocente o no sé, no se daba cuenta. O se daba cuenta, pero se hacía el desatendido.

El sábado al mediodía alguien tocaba el timbre de la casa insistentemente.

Me pregunté qué hacia mi padre los sábados ya que casi nunca estaba en la casa, tal vez se quedaba en la oficina haciendo turnos extras.

Caminé con mucha pereza estirándome mientras bostezaba. Tenía que alejar el sueño para ver quien jodidos molestaba a esta hora. Antes de abrir la puerta caí en cuenta que solo vestía mi bóxer y que hoy vendría Jungkook.

Decir que sufrí de un mini infarto por mi estupidez no sería suficiente. Creo que hasta colorado me puse -cosa que no era normal en mí- e incluso sentí las odiosas mariposas en el puto estómago; si seguía así tendría que ir al médico por una gastritis, por lo que regresé casi corriendo y tropezando en el proceso mientras gritaba torpemente "¡Un momento!".

Cuando por fin estuve vestido regresé a la puerta y la abrí.

—Señora Xi. —Vaya sorpresa.

—Buenos días Taehyung —Habló apresurada sonriendo— ¿Podrías hacerme un grandísimo favor?

Ya sabía a donde iba esta visita.

—Claro, ¿en qué le puedo ayudar?

—¿Puedes cuidar al pequeño Lu hoy? La nana no puede venir y sé que tú eres de confianza.

Me miró esperanzada, no podía decirle que no, ella me cuido muchas veces en el pasado, además yo amaba a ese niño.

—No hay problema, yo lo cuidaré. ¿Hay algo que deba saber sobre Luhan?

—Oh, en realidad no, si tiene hambre te avisará. Come casi de todo así que no habrá problema.

Me tendió una pequeña maleta con su leche y juguetes. Entonces se agachó y le habló a su hijo.

—Lu, bebé, mamá tiene que trabajar, volveré por ti en la tarde, se un buen niño. ¿Está bien?

—Clalo má. Te quielo musho.

—Te amo mi pequeño.

Le dio un beso en la frente y se levantó. Lu caminó y se puso a mi lado mientras se despedía de su mamá con su manito.

Cerré la puerta y miré el reloj de la sala. Ya era pasado mediodía. Lu caminó hacia el sillón de la sala y puse su maleta ahí, él sacó algunos juguetes, el timbre volvió a sonar, caminé a paso rápido, quizá la señora Xi había olvidado decirme algo.

—Hola.

Mierda. Jungkook había llegado y yo hecho mierda, sin bañarme y con hambre.

¡Responde idiota, no es momento para ponerte a debatir en tu mente!

—Hola Kook. Pasa.

Entró a la casa mirando curioso todo a su alrededor, luego miró a Lu y me volvió a ver.