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A penas pisaron las puertas de entrada, el bullicio inició, los murmullos siguieron como balbuceos y las miradas no tardaron en aparecer. Los alumnos de aquella institución conocían a la famosa Alfa Líder Kim, dueña de las mejores revistas de Seúl, a su lado la parejita Kim Jisoo.
La Omega mantenía sus ojitos de bambi al suelo, esa timidez venir a ella por las discretas miradas, sus orejitas parpadeando a su caminar. Su cintura siendo envuelta por unos brazos, miró a su costado, Jennie estaba inexpresivo y marcándolo con su aroma. Esa fría mirada, había hecho que los bullicios cesarán de inmediato.
<... A-Alfa mía...>pensó avergonzada, quería mostrar sus celos como Kim lo hacía, marcarlo con su olor, mostrar que Jennie le pertenecía. Pero tanto ella como su hamstersita no podían, le causaba cosquillas y lo podía más tímida de lo usual.
La institución que asistía la hamstersita Omega, era dividida en sectores. La regla de allí era estricta "ser respetuoso"durante décadas, esa regla jamás fue rota. La amabilidad podía sentirse y la humildad por igual. Aquellos que no cumplía la regla eran expulsados, sin tener derecho a suscribir a otra institución y se ganaba un 0% de las notas. Es decir, perdían su beca. Todo.
Jisoo tenía una sola amiga de salón, YooJeongyeon. Una gataAlfa. Jamás podría sentirse intimidada con la blanquecina, quién cuidaba de ella cuando Jennie estaba en horas de trabajos. Su salón era para Alfas-Omegas de situación especial.
Al llegar al salón correspondiente, Jennie saludó amablemente a la Omega Choi HyoJung , profesora de su pareja; un perro husky siberiano. Aquellas orejas blanquecinas resaltaban en su cabellera castaña y su tez lechosa, mientras mostraba una sonrisa hermosa.
─Ya queríamos iniciar la clase ─La Omega mayor, miró felizmente a la azabache blanquecino── ¿Jisoo-Ssi?
La mencionada, abrazó efusivamente a la mayor, sus orejitas causaron cosquillas bajo el mentón de la castaña. HyoJung con el tiempo se volvía más importante para la hamstersita, quién ansiaba tener una amistad. ¡podía tener dos amigas!
─Buen día, profesora HyoJung.
─Lo mismo para ti, pequeña ─la baja risita de la azabache, alegró ambas adultas─ Ve a tu asiento. Jeongyeon no ha dejado de preocuparse si llegabas o no.
─Oh...esta bien.
Antes de entrar, Jisoo se giró y miró a su Alfa, la abrazó fuertemente, sintiendo aquellos brazos envolver su cintura, hizo puntillas y estiró sus labiecitos para un beso. Jennie riéndose a la ternura, se agachó y la beso con tanta dulzura. El ronroneo que se escapó de la Omega, alegró al oji-azul, volviéndose posesiva para marcarla con su olor. Y minutos después, dejarla ir...
─Se ve como ha mejorado ─comentó HyoJung, siguiendo con la mirada a la pelinegra menor, viéndola feliz al tomar asiento con Yoo.
Jennie asintió con una pequeña sonrisa.
─Estoy feliz por mi Omega. Después de mi trabajo, Jisoo tiene una cita con el psicólogo.─comentó, soltando un suspiró ─Irene-Ssi me recomendó que aún no es momento de salir, la parte animal de Chu, aún no está lista.
─Lo entiendo. ¿Hubo algunos problemas?
─Realmente... sí ─admitió. - Su celo se acerca, y no sé que hacer. No quiero asustarlo. Jisoo aún no está lista, menos su parte animal. No quiero que piense que la rechazo, pero a veces...es difícil decirle no.
HyoJung formó una mueca, podía sentir la tristeza de Jennie debido a sus feromonas, era complicado el asunto.
Kim sabía que su Omega tenía sus cuidados. Era realmente frágil. La parte animal de Jisoo era una bolita tímida, y muy sensible. Sobre todo, su estado emocional. Cualquier cosa que no fuera apropiado para la pelinegra, podía causarle algún pánico o incluso tener un ataque.
Jisoo era de las pocas Omegas de su especie, era un 0,3% de Hámsters en todo el mundo. Tal vez muchos querían tener una parejita como la de Kim, e incluso había celos de la gente, pero era una enorme responsabilidad, la Líder León lo sabía perfectamente.
¿Una Alfa León y una Omega Hamstersita? Nadie podía creerlo.
─Debes hablar con ella.
─Eso haré HyoJung-Unnie ─contestó─ En la cena de esta noche, tendremos que hablar. Sé que Jisoo podrá entender.
─Verás que sí.
Jennie correspondió a una sonrisa, mirando última vez al salón, sintiéndose aliviada de ver como Jeongyeon dejaba que su Omega jugara con esas orejitas gato. La sonrisa de Jisoo, le alegraba los días.
──Nos vemos, HyoJung-Unnie.
─Suerte en tu día.
Jennie salió de la institución a pasos intranquilos y prendió su vehículo al momento de tomar asiento, fijó la hora y suspiro. Dos minutos para llegar a su empresa. Inició su día al igual que su bebé que estaba en clases.
Más tarde, vendría a buscarla.
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