"Puedes matarme, enterrarme el puñal cuántas veces quieras. Y aún así continuaré amándote y permitiendo que me sepultes" estás palabras me vinieron a su mente una vez que tomaba conciencia de lo que hacía.
Ahora no sabía porque , a Rafael le entró ganas por haberse únido al club de poesía en la escuela y a veces le pedía una segunda opinión acerca de lo que escribía. Si bien le parecían palabras dolorosas, estás ahora mismo encajaban con lo que sentía .
Continuo besando al pelirrojo lo más que pudo , escuchaba atento como su respiración se hacía cada vez más intensa y sus labios tenían ese mismo sabor que tanto extraño .
Sólo una noche, una noche le basto para no querer separarse de él, para entregarse a nadie más. Para sentirse ajeno con alguna otra persona. Sentía como iba dejando las caricias en su ser, en su alma. Sentía que cada vez que lo besaba y lo acariciaba lo hacía suyo sin tener contacto sexual .
- Quedate conmigo- rogó en medio del beso - no me dejes , por favor. No quiero que te vayas -
-Pero ¿Que va a pasar con...?- no lo dejo terminar, nuevamente le aprisiono los labios. No quería recordar a Lilith, no quería que ese asunto se interpusiera en ese momento, lo extrañaba tanto y quería besarlo a más no poder .
-Todo estará bien- le susurró al oído- quédate hoy- sus ojos por fin se cruzaron.
Nunca entendió porque no le había halagado el amarillo de sus ojos, eran tan hermosos.
-Con una condición- trago saliva pues, no estaba suficientemente seguro se decirlo- que hoy cocines tu-
-¿Que?- honestamente esperaba algo peor - desde que estuvo en su hogar cuando los encontró por la mañana con aquella pareja, pensaba lo peor de verdad. Pensaba que él era reemplazable , que tanto Lilith como Azirafel podrían hacer fácilmente sus vidas sin él ¿Y él que?
-Escuchaste lo que los niños dijeron de mi comida-
-Por eso , si algún día te hago falta...-
-Ni lo menciones , por favor-
-En caso , entonces. De que yo no esté y debas hacer el almuerzo debes hacer algo rico -
-Ugh...-
***********
Ir al supermercado siempre era una aventura. Era tener encima los ojos de la gente chismosa que por verlos juntos y con niños ya se ponían a murmurar.Poco le importaba, una vez que el juez fallara a su favor, ya ni Lilith ni nadie le prohibiría tener a su ángel consigo .
Ese día se atrevería a preparar el platillo favorito de los niños . Uno que descubrieron les encantaba , una pasta Alfredo con camarones . Sencillo¿No?
-Debes detener la cocción- ordenó Azirafel, se apresuro a colar el fettuccine , los niños sólo veían atentos desde la mesita del comedor .
-Listo- ahora que le había colocado agua a temperatura ambiente a los fideos, los dejo reposar un poco.
-Ahora vamos con los camarones. Eres un tramposo por comprar la salsa echa- ya los tenía limpios y secos para echar a la sartén. Primero pico un poco de ajo, agrego todo lo que Azirafel le pidió antes de echar a coser los camarones.
Si bien le daba las órdenes no metía mano, quería saber si en efecto conseguiría hacerlo.Se atrevería sólo a meter mano cuando viera que se le podría estar por quemar.
Los dejo dorar un poco y los vio encogerse, era algo que ya sabía pero ahora parecían esos que venían en sopas instantáneas. Una vez que recibió la orden para poder pasar los fideos colados al sartén para mezclar con la salsa, le temblaban las manos.
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Nueva Vida
FanfictionAzirafel y Anthony tienen sus vidas echas como cualquier persona . Están casados y con hijos, aunque el matrimonio de Azirafel va en decadencia se reniega a separarse y Anthony puede descubrir el porque su esposa se lleva tan bien con uno de sus col...