Arde, es eso
Me arde el alma, la piel. No sé como detenerlo. Envuelta en esa tensión que rodea a una bomba antes de estallar me transformo en estratega de nuestras guerras, las que perdí y las que perdimos, con arco y flechas haciendo uso de una pésima puntería, cayendo sobre tus hombros como la lluvia. Pulmones rebosantes de ácido, mi sangre hirviendo, ¿es idea mía o todo pasa muy lento? En mi reproductor suenan mis dudas y vuelvo yo con las mismas preguntas temblando como una adicta en abstinecia; ese nerviosismo peligroso y una mente rota que delira.
Lleno de pétalos tus calles a la vez que lanzo bombas, pinto graffitis y bailo desnuda en medio de la avenida principal de tu ciudad capital ¿quién me entiende? Sonrío pero descienden gruesas lágrimas de mis ojos, me sabe a grotesca ternura con imprudencia a cántaros este vino. Soy la anarquista que se pierde en el arte no saber de qué está hecho un abrazo, apéndice de todo aquello que te hace correr en la dirección contraria, sigo sin entender cómo es que vienes directo hacia mi. Tus arterias con polvo de estrellas, tu respiración volátil que no hace más que tomarle fotos a mi risa y yo que solo quiero el efímero placer de descubir a qué huele tu almohada.
Bailo en tus respuestas, vestida como quien no teme a nada y con un arsenal de sueños que se enredan en mis rizos. Pero no es cierto, porque últimamente me fascina mirarme al espejo y decirme a mi misma: ¡que guapa te ves ahogada en miedos pero poniéndole el pecho a la bala! Sigo varada en la misma estación de tren que me encontraste solo que esta vez voy algo borracha, mi corazón de trapo se ha ido detrás tuyo y solo me ha dejado barquitos de papel que navegan en mi océano. ¿Alguna vez te has fijado en la sutileza del humo cuando abandona el café? Yo no he podido hacerlo porque siempre voy con prisas, quizá por eso me pierdo el guiño que habita en tus ojos aunque no me mires, este silencio que deja tu ausencia corroe mi escasa serenidad y lo noto, quizá solo necesito que me beses...
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Sombras de una Bruja
Historia CortaUn puñado de relatos personales de una Bruja.... no tienen coherencia, ni cronología, es solo un poco de lo que habita en su mente Si quieres irte, puedes hacerlo Si te quedas, disfrútalo....