Los inquilinos de un viejo edificio han sido robados e ignorados por la policía..... dispuestos a tomar venganza dejaran atrás sus rivalidades y descontentos para descubrir al ladrón ¿Lo atraparán?
sungsun, taegyu, yeonbi...
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-No puedo creerlo-dijo asustado sin dejar de ver el palillo blanco con rosado.
Jungwon le miró con una ceja alzada -Nunca usamos condón ¿De verdad te sorprende?-
-Dijiste que estabas usando las inyecciones-
-Si-suspiro-Pero no funcionaron o algo hice mal ¿Qué haremos ahora?-
-Pues, es un buen momento para que aceptes ser mi novio ¿No lo crees?-
Jungwon frunció el ceño-No me gustan las ataduras-
-Tendremos un bebé ¿Qué más ataduras quieres?-
-No porque tengamos un bebé significa que debamos tener una relación-
Jay bufó- ¿Y qué pretendes? Criar al niño siendo vecinos-
-Tu sabías que no quería nada serio- gruñó molesto -Te lo dije desde el inicio-
Y lo sabía, claro que lo sabía porque en el tiempo que habían "salido" juntos no dejaba de repetirlo. En ese momento entendió lo que sus amigos le decían, "no trates de adiestrar a una ave" Jungwon era libre, un chico hermoso y encantador que disfrutaba de la vida estando a la merced de la diversión y las buenas charlas, desde que lo conoció aquel día que se mudó supo que sería su perdición, porque se enamoró desde el inicio.
-No creo que pueda hacer esto Jay- susurro con la mirada baja.
-¿De qué estás hablando?-preguntó con un nudo en la garganta.
-Sabes bien de lo que hablo, no me hagas decirlo por favor-suplico.
Él suspiró, como iluso pensó que esto sería una buena noticia pero no, un bebé no encajaba en la visión de vida perfecta que tenía el castaño.
-Sé lo que intentas decir pero no puedo aceptarlo, lo siento en verdad-
-Es mi cuerpo-recalcó.
-No, es mi hijo-suspiro lleno de frustración-Dámelo-
-¿Qué?-
-Si no lo quieres sólo dámelo, me iré y no nos veras, no te molestaremos pero por favor simplemente déjame conservarlo, yo le daré todo por los dos-
Jungwon le miró extrañado, sin entender por completo lo que le estaba pidiendo -¿De verdad quieres eso?-
-Si, me haré cargo de todo, no tendrás que preocuparte de nada-
-¿Podrás cuidar de un bebé por tu cuenta?-río incrédulo.
-Podre-
La seguridad que le mostró al decir aquellas palabras le dejó mudo, un sabor amargo se instauró en su garganta, para él la situación no era nada fácil, pero tampoco quería abortar, el feto que crecía en su vientre no tenía la culpa de su irresponsabilidad, así que la opción que le daba Jay no la miro tan descabellada, podría funcionar.
