Era un día maravilloso. Las aves cantaban y el sol brillaba como nunca. Alexander despertó y planeó todo su día. Iba a bañarse, se sentaría en el patio y leería un buen libro. Sí, eso haría.
O eso pretendía, hasta que escuchó su puerta sonar.
Charlie había llegado a la habitación de Alexander y tocó la puerta, pero no obtuvo respuesta de su amigo.
—Maldición, ¿sigue dormido a esta hora o él también desapareció?
Molesto, abre la puerta y no vió a su amigo por ningún lado.
—Eh... ¿Charlie?, ¿qué quieres?
—¡AHH!
Voltea asustado y se le pasa el susto cuando ve a su amigo parado al lado de la puerta del baño.
—¡Aquí estás, te estaba buscando! ¡Pensé que tú también habías desaparecido!
No quería quedarse solo en esa casa tan grande y tenebrosa. Se mudaron hace unas semanas, pero aún no se acostumbraba al tamaño de semejante lugar. Estaba molesto con Noah, Theo y Andrew, que se metieron Dios sabe dónde y lo abandonaron. Si no llegaba a encontrar a Alexander o Reece no sabía qué sería de él.
—Dónde más estaría, genio, esta es mi habitación... —obvió.— ¿Los llamaste o algo? Tranquilo, ya aparecerán.
Estaba impaciente por que el chico de rulos de fuese ya y lo dejase tranquilo. Pero espera... ¿Reece tampoco estaba? ¿A dónde iría sin él?
Se dirige rápidamente a la habitación de Reece -que por cierto, pediría que se alojara más cerca de la suya- para comprobar que esté ahí, quieto y tranquilito.
—¡Espera, no me dejes solo!— Charlie empieza a seguir al pelinegro. Se negaba a separarse de él y quedar solo otra vez.
Toca la puerta.
—¿Cariño?—
Reece se encontraba viendo su celular, tomando café y muy nervioso. Cuando escuchó el sonido de la puerta se sobresaltó y entró en pánico, ya que estaba viendo noticias y documentales de asesinatos.
—¡GAH! ¿¡Q-QUIEN ES!?—
—Hey cariño, soy-
—¿¡C-como sé que no eres una persona que quiere matarme!?
Su latente nerviosismo y exaltación no le permitía reconocer a su propio novio, además de lo dopado que iba. Deja su café en la mesita de noche, al lado del polvo blanco y va al armario a sacar su bate de emergencia. Se apoya cuidadosamente al lado de la puerta.
—¡Deja las tonterías y abre la puerta, tonto!
—¡No voy a abrir la puerta, y NO ME LLAMES TONTO, ASESINO HIJO DE PUTA!
Frunce el ceño enojado, abre la puerta y rápidamente le pega con el bate a aquella persona en la cabeza. Abre los ojos y observa que ese sujeto era nada más ni nada menos que su queridísimo novio.
—¡AHHH, DIOS MÍO! ¡PERDÓN ALEX, YO NO QUERÍA!
Deja el bate en el suelo y se agacha a su altura para abrazarlo.
—¡PERDÓN, GAHH!
—Te dije que era yo...— se soba la cabeza un poco mareado y acepta el abrazo del menor. No era la primera vez que pasaba eso, y al menos había comprobado de que estaba bien.
—¡AH, PERDÓN! ¡¡P-PERDON!! PENSE QUE ERAS UN ASESINO O UN SECUESTRADOR, N-NO PENSÉ QUE ERAS TÚ.
Empezó a arrancarse el pelo nerviosamente, mientras mira el piso y murmura palabras inteligibles.
—Y-Yo te pido perdón, no era mi intención dañarte- ¡GAH!
Por la intensidad de sus emociones sus tics habituales le atacaban con más fuerza y más frecuencia, lo que lo ponía más nervioso aún.
—No te preocupes, amor... esto no es nada.—le sonríe reconfortantemente.—Charlie estaba buscando a los chicos, ¿los has visto?
Alex sabía que debían estar por ahí tan tranquilos y que Charlie exageraba con lo de estar "desaparecidos", pero necesitaba cambiar el tema y mantener ocupado a Reece pensando en otra cosa para que no le diera un ataque más grave.
—¿C-Charlie?—levanta la mirada buscándolo— ¿Dónde está él? Y n-no.. no los he visto...¿¡HABRÁN DESAPARECIDO!? ¿¡SECUESTRO¡? HAY QUE LLAMAR A LA POLICÍA.
—No amor, tranquilo, solo quiere... decirles algo y no los encuentra, nadie está desaparecido, ¿ok? —toma la mano de Reece para tranquilizarlo. Este se calma un poco y lo mira a los ojos.
—Hola, Reece.—se asoma por la puerta, interrumpiendo el momento. Estaba decepcionado de que él tampoco supiera nada, y no quería tocar más el tema para que no volviera a entrar en pánico.
Suspira. Lo único que quedaba era esperar a que aparecieran. Cuando vea a Noah, va a darle un buen sermón por dejarlo solo.
·Gracias por leer <3
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→∆ HOUSE PARK ∆←
HumorCuando los tiempos se ponen difíciles, los amigos serán el apoyo que necesitamos. Un héroe acomodado y desinteresado les ofrecerá una posada, hermosa y cómoda, para que alojen ahí sus descabelladas locuras. Y el amor, oh, el amor. Viviendo juntos...