Hey... ¿Qué es ese olor?- las palabras, dichas por un muy confundido Inouka detuvieron el juego de repente, mientras el castaño observaba a su amigo pelinaranja con los ojos muy abiertos - ¿Eres tú, Shouyo?
Oh mierda.... -Pensó Hinata antes de que un calor intenso lo consumiera-
La reacción de ambos equipos fue inmediata: Nekoma también tenía a un omega en su equipo (Kenma) y habían sido perfectamente entrenados para cualquier eventualidad que pudiera surgir de su naturaleza, por lo cual rápidamente todos los alphas del equipo se alejaron del campo, tratando de apartarse del olor dulzón que comenzaba a desprender el pelinaranja y dejando que Kai, Yuki y Yaku crearan una valla humana entre ellos y la cancha (ya que, como betas, ellos tenían más control sobre la atracción provocada por el celo de un omega).
Karasuno, por su parte, también había sido instruido en el tema: Tsukishima, Daichi, Asahi, Kageyama y Kinoshita fueron rápidamente alejados del pequeño señuelo por Ennoshita, Narita y Nishinoya (los betas del equipo) mientras Suga y Yamaguchi revisaban a Hinata con ayuda del setter del equipo contrario.
Kenma puso una mano en la frente de su amigo, preocupado.
- Shouyo ¿Cuando comenzaba tu celo?
Ken...ma...- la voz de Shouyo era temblorosa y desesperada, y había mandado inmediatamente una ola de deseo en dirección a todos los alphas que se encontraban en el gimnasio.
Kenma intercambio una mirada preocupada con Suga, tenían que sacarlo de ahí.
- ¿Qué posibilidades hay de que llegue a su casa?
Hinata vive a 30 minutos en bicicleta de la escuela - susurró Yamaguchi, asustado- y no puede usar la bicicleta así.
- ¿Alguno de ustedes podría llevarlo?
No - murmuró Suga, tratando de mantener tranquilo al pelinaranja - en el estado en que esta llamara la atención de cualquier alpha que se encuentre cerca, ninguno de nosotros tiene la fuerza para defenderlo si alguien trata de atacarlo.
Kenma se pasó las manos por el rostro, recorriendo el lugar con sus felinos ojos llenos de preocupación.
La opción más segura seria que lo llevara algún maestro, pero el entrenador Nekomata no podría defenderlo tampoco, su segundo entrenador era un alpha sin pareja y según su información los profesores de Karasuno tampoco estaban marcados, no podían arriesgarse.
Por otra parte, el capitán de Karasuno tenía una pareja y era un alpha perfectamente capaz de proteger a Hinata, pero probablemente lo necesitarían para contener lo que pasaría con el resto del equipo si Hinata no salía pronto del gimnasio.
Siguió recorriendo uno a uno los rostros de todos los jugadores cuando se detuvo en unos profundos ojos oscuros que miraban la escena con más preocupación que lujuria.
- Kageyama
- ¿Qué?
Su otro setter, Kageyama - murmuró el rubio rápidamente, mirando a Suga a los ojos - es un alpha ¿cierto?
- Si
Y sé sincero conmigo.... - murmuro con voz ronca- ¿Kageyama sería capaz de lastimar a Shouyo?
Suga volteo la mirada hacia su equipo, pensativo.
Entendía la idea de Kozume, claro que lo hacía, y tenía plena confianza en que Kageyama jamás haría nada para lastimar a su compañero de equipo (a Hinata, entre todos los demás), pero aun así...
Kenma - se escuchó el gruñido de advertencia del capitán de Nekoma, en su rostro se observaba perfectamente el esfuerzo por contenerse, Kenma dio un respingo- sácalo de aquí, ahora
- Suga-san...
Kageyama no sería capaz de lastimar a Hinata aunque le costara la vida -declaro el mayor, completamente seguro.
Eso era todo lo que Kenma necesitaba saber.
Que se lo lleve, ahora, antes de que se ponga peor -lanzo una mirada aterrada hacia ambos equipos- no soportaran más tiempo
Lo siguiente fue cuestión de unos segundos: Yamaguchi corrió en dirección a Kageyama y le había tomado del brazo llevándolo hacia donde Hinata se encontraba.
El calor que emanaba del cuerpo del pequeño era asfixiante y Suga le dio a Kageyama instrucciones precisas de forma rápida, para después escoltarlo junto al pelinaranja a la puerta, sacándolos a ambos del gimnasio.
Al sentir la esencia del omega alejarse Lev soltó algo parecido a un gemido, Inouka y Tsukishima se dejaron caer en el suelo, completamente agotados y Kuroo había destrozado una pequeña botella de agua con las manos durante el transcurso de la pequeña crisis, el resto de los alphas no se encontraba en mejor estado.
Poco a poco, el ambiente en el gimnasio recuperaba su naturalidad.
La próxima vez -susurró Kuroo, mirando a su mejor amigo con los ojos llorosos por el dolor ocasionado al reprimir sus instintos- llama al pequeñín antes del evento y asegúrate que haya revisado su periodo de celo ¿Esta bien, Kenma?
El setter asintió, acariciando levemente la mejilla de su capitán como forma de tranquilizarlo.
Un pensamiento rebelde le recordó que si hubiera hecho oficial su "relación" con el middle blocker antes del partido contra Karasuno (como este se lo había pedido) Kuroo no habría tenido que sufrir esta clase de angustia.
Está bien, Kuroo -murmuro quedito, acariciando delicadamente el rostro de su capitán- .. lo siento
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