Cuatro Idiotas En El Bosque // SKK & SSKK

Picnic

Chuuya se levantó temprano al día siguiente preparó café para todos y se dispuso a cocinar demasiados bocadillos. Fresas con crema, fruta picada, empanadas de jamón, pan tostado con miel, ensalada y un sin fin de variedad.

Por su parte, Dazai era encargado de llevar los cubiertos. Platos, cucharas, tenedores, tazas, vasos, servilletas y la manta, sobre todo una soga escondida en el fondo de la canasta.

Aunque esta vez, no era para suicidarse en cualquier árbol que encontrará, no, esta vez era para amarrar a Atsushi y Akutagawa de las manos en caso de que su plan no resultará del todo bien.

Pero hablamos de Dazai Osamu.

- Buenos días Chuuya-san... ¿por qué preparo tanta comida?-

- En una pequeña sorpresa Atsushi, te la diré más tarde-

- ¡Atsushi-kun! Te veo más animado de lo normal, ¿es por algo en especial?-

- No, no es nada en especial, sólo que Chuuya-san tiene una sorpresa-

¿Mintió? Si, pero por una buena causa.
Podía sonar convincente cuando quería,  incluso el Doble Negro dudo un poco.

- ¿Qué clase de sorpresa?-

Akutagawa bajó las escaleras y se sentó un tanto distante del albino.

- ¿Ni un "buenos días" ni nada?-

- Eso no te importa Jinko-

Justo en ese momento Dazai empezó a dudar. ¿¡No pelearon en tres días seguidos y cuando quería juntarlos se peleaban!?

- ¡Dazai, ayúdame con algo!-

Chuuya gritó desde la cocina y el nombrado fue hasta él, dejando solos al otro par, que también tenía un plan.

Era simple. Dejar solos a sus superiores y dejar que la magia surja, además de que eran conscientes de que Dazai era un shippeador compulsivo y los quería ver juntos.

Si, querían estar juntos, y la noche pasada quedó bastante claro para los dos, pero no se la dejarían tan fácil. Justo por eso, la agresividad justo al despertar era la clave.

- Sin miedo al éxito ¿eh?-

- Querías que fuera agresivo y eso es lo que hice Jinko-

Chocaron los puños por debajo de la mesa para evitar sospechas de los otros.

- ¿También los escuchaste?-

- Claro que si idiota, por eso te llame...-

- Justo ahora tenían que discutir, me lleva el carajo-

- Relajate, quizás sólo fue una mala noche-

- Tienes razón, después de lo que vimos ayer tuvo que ser una noche incómoda-

Respiró hondo y salió de la cocina junto con Chuuya para desayunar.

Atsushi hacia una casa con cartas y Akutagawa miraba expectante.

- ¿Qué están haciendo?...-

- ¡Shhh, lo vas a desconcentrar!-

- Dazai-san tiene razón, Jinko casi termina y sería una lástima que cayera-

- ¿Te preocupas por él?-

Chuuya tuvo esperanza.

- Por supuesto que no, sólo estoy siendo paciente para que acabe y después derribarla yo mismo...-

La esperanza de Chuuya se fue.

Aunque la casa de cinco pisos que Atsushi estaba haciendo, valía la pena.

Akutagawa sopló justo cuando Chuuya uso su habilidad y evitó que las cartas cayeran.

- Sobre mi cadáver destruyes esto-

- Y sobre mi cadáver evitas que se destruya Chibi-

Dazai tocó del hombro de Chuuya usando su habilidad, haciendo que ahora si se fuera al carajo.

- Era de esperarse...-

- Te espera mi puño en tu cara si no cierras la boca-

- ¡Deja de ser tan agresivo Akutagawa!-

- ¡Obligame idiota!-

Una discusión estaba empezando, pero Dazai intervino.

- Sufieciente los dos, deberían...-

- ¡Usted no se meta!- Gritaron los dos

- ¡Voy a golpearte hasta que te desmayes del dolor imbécil!-

- ¡Te propongo algo mejor, arrancame otra pierna si puedes señor perro de la Mafia!-

- Maldito hijo de...-

Chuuya golpeó la mesa con fuerza y todos callaron. Mami Chuuya se enfadó.

Una mirada a ellos y otra a las escaleras, los dos entendieron al instante, pasaron a un lado suyo con la mirada baja y en total silencio.

El sonido de la puerta cerrándose bastó para que Dazai suspirara divertido.

- ¿Los viste?-

- Por supuesto-

Atsushi y Akutagawa sonrieron justo antes de subir las escaleras.

La prueba perfecta de que saben que algo traen entre manos y quieren arruinarlo.

Nadie hace idiota al Doble Negro.
A no ser...

Era medio día, la hora perfecta para merendar, Dazai guardo la comida en la cesta sin hacer ruido, mientras que Chuuya subió a darles las sorpresa.

Atsushi se emocionó y brinco de alegría, en cambio Akutagawa suspiró y no le quedó de otra.

Nadie dijo nada en el camino, aunque no era incómodo, era un tanto desesperante. Llegaron a un lugar claro casi sin árboles, donde Chuuya colocó la manta y sacó la comida.

- ¿No vas a comer Atsushi-kun?-

- No gracias, no tengo hambre... creo que mejor iré a ver los alrededores-

- ¡Ten cuidado y regresa antes de que oscurezca!-

- ¡Esta bien Chuuya-san!-

Gritó desde lejos ya que se veía muy emocionado por explorar.

- Pareces una madre Chuu-

- Y tu pareces un pendejo- Respondió

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Se agradecen mucho sus votos, me emociona mucho que les este gustando :D

¡Gracias por leer!