El metro estaba lleno, buscaste con tu mirada algún asiento libre pero fue imposible, inui te agarro de la muñeca hacia un lugar que encontró.
en este lugar no ahí mucha gente, préndete del tubo- dijo inui mientras el se sostenía de un tubo que estaba encima de su cabeza.
lo miraste de mala ganas, te paraste de puntilla para alcanzar el tubo pero fue imposible, con suerte y un dedo se enganchaba, tu poderosa estatura de 1.52 no te dejaba alcanza bien el tubo, y si lo hacías tenias que quedar de puntillas y con un dedo aferrado al metal, el chico se dio cuenta de lo que hacías y se empezó a reír.
Sujétate de mi brazo ¿o tampoco lo alcanzas?- dijo el.-
¿Cuánto mides?- le preguntaste
antes media 1.77 ahora creo que mido 1.80- tu cara de odio se hizo presente.
Maldito poste- te agarraste de su brazo, el había dejado un pequeño espacio al lado de el vidrio del metro, te pusiste en ese pequeño espacio para ver por el cristal, veías la ciudad y otras veces una pared y así ibas.
el metro dio algunas paradas y mas gente se subía, un señor se puso detrás de ti, estabas tan concentrada viendo a tras ves del cristal que no te diste cuenta que el señor se acerba mas y mas a ti.
Inui se dio cuenta y te jalo poniéndote en frente de el quedado tu espalda pegada a su pecho, sin quitarte la vista que tenias antes del cristal.
¿Qué haces?- le dijiste mientras girabas tu cuerpo, ahora tu pecho estaba pegado al pecho del rubio.
Alguien estaba detrás de ti -hizo su cabeza hacia el lado en donde estaba el señor.
Bueno- te giraste para seguir viendo.
Un empujón hizo que te pegaras mas al cristal, haciendo que inui se pegara mas a ti.
Aléjate un poco- dijiste de mala gana
No me puedo mover- dijo el rubio.
Giraste de nuevo todo tu cuerpo quedando frente a inui, inclinaste tu cabeza para ver si era verdad, y si definitivamente no se podía mover.
Ibas a girarte de nuevo pero inui te detuvo.
Te estas moviendo mucho, quédate quieta por dios-
no hiciste caso y empezaste a girar tu cuerpo, pasaron dos cosas, la primera ya no te podías dar la vuelta y la segunda inui te detuvo de nuevo.
Deja de ser tan terca Hayami-
Igual ya no me puedo mover- dijiste soltando un suspiro.
El mismo señor que estaba detrás de ti, ahora estaba a tu lado, mirándote fijamente, te diste cuenta así que miraste de reojo, era un señor de unos 30 años, andaba en traje y con una maleta de esas que usan los empresarios.
Sentiste como una mano apretó tu trasero, diste un pequeño salto haciendo que inui te volviera retar diciendo que dejaras de moverte.
Si quieres que me deje de mover, saca tu mato de mi trasero- dijiste enojada
¿Que?, tengo una mano en tu cintura y con la otra me estoy sosteniendo- miraste las manos del rubio y si definitivamente decía la verdad, miraste al señor de al lado, su mano aun seguía en tu trasero, agarraste la mano del chico y la apretaste con fuerza haciendo que se quejara del dolor haciendo que sacara su mano y se largara de tu lado. por otro lado Inui miraba la escena con bastante enojo.
Sentiste como la mano del rubio entraba a tu pantalón y tocaba tu trasero, miraste a Inui quien tenia una sonría en su rostro.
Pedazo de m- un quejido salió de tus labios cuando sentiste sus dedos tocar tu entrada.
