He pagado demasiado por esta casa

Capítulo 69

Esta pregunta fue difícil de responder. La vida era larga, ¿se consideraría mentira si las cosas no continuaran hasta el final? Su Xing sabía vagamente sobre el pasado de Yu Feng. No mucho, pero ocasionalmente veía curiosidades en Internet.

"Por supuesto." Gritó a Yu Feng. "Siempre me gustarás, y tú me gustas más". Su Xing no se avergonzó de palabras tan cursis. Porque amaba al hombre, ¿por qué esconderlo?

Y ... al ver que la otra parte lo abrazaba con fuerza, supo que las palabras eran útiles. Si esas palabras hicieron que Yu Feng sintiera que su vida no estaba perdida, entonces Su Xing sintió que valía la pena. Se abrazaron y luego se soltaron. Después de todo, eran adultos.

Su Xing continuó apoyándose en el brazo de Yu Feng mientras leía. Cuando se encontraba con una parte que no entendía, buscaba un mentor del departamento de historia para que lo ayudara. Yu Feng cruzó las piernas y aparentemente estaba trabajando en su computadora portátil.

Pei Wen estaba hablando con él cuando apareció un mensaje: "Pei Wen, deberías encontrar a alguien pronto". Pei Wen no respondió al principio, sabía que al jefe no le importaban los chismes.

Sin embargo, su intuición hizo sonar algo de las palabras de Yu Feng. "Jefe, ¿te enamoraste?" Luego adivinó: "¿Es el joven Su Xing?" Era una broma, en el esquema de las cosas, Pei Wen se sentía más propenso a salir con alguien que con Yu Feng.

"Sí." El jefe no le dio a Pei Wen la oportunidad de felicitarlo.

Pei Wen se sorprendió. "Tú ... tú ..." Antes de que se diera cuenta, Yu Feng le había enviado un gran sobre rojo.

La secretaria abrió el sobre rojo y quedó destrozada por la cantidad que había dentro.

Secretaria Pei: [¡Felicitaciones al jefe! ¡Felicitaciones al jefe! ¡Les deseo a usted y a Su Xing todo lo mejor!]

El presidente Yu Feng se sintió feliz y sintió que el dinero se había gastado bien. Sonrió y le ordenó a Pei Wen que recompensara a todos en la compañía. Como estaba tan feliz, dejaría que los demás se unieran.

Su Xing notó que Yu Feng estaba sonriendo felizmente. El hombre parecía brillar con una luz suave, muy diferente de cuando se conocieron. No hace falta decir que Su Xing definitivamente prefería al actual Yu Feng.

Con eso, el sábado pasó tranquilamente en un abrir y cerrar de ojos. El domingo, Su Xing se recuperó básicamente. Se levantó temprano y le pidió a Yu Feng que lo acompañara al supermercado para ir de compras.

Para hacer sustanciosos pasteles de azufaifa y taro de azúcar morena, ¡la receta requería unos pocos kilos de ingredientes!

"¿Planeas vender algunos?" Yu Feng sintió que sería demasiado para ellos comer.

Su Xing explicó tímidamente sus pensamientos. "Fue vergonzoso dejar el karaoke ese día. Quería hacer algo por ellos ... Y tú ... "Miró a Yu Feng. "Aunque no es necesario entretenerlos, la gente habla. Uno debe ser educado con las personas con las que se reúne a diario ".

Aunque nadie habló esa noche, la gente preguntó en secreto si Yu Feng, que vivía con él, estaba ocupado. Yu Feng no se opuso a que Su Xing hiciera algo para que todos comieran.

Yu Feng luego agregó en un recordatorio: "Su Xing, me preguntaron por ti, no hablando de hacer amigos".

"¿Qué puedes hacer?" ¿Podrían simplemente hablar de negocios? Estaban comprometidos con lo académico. No todo el mundo era como Yu Feng, un estudiante de historia que se convirtió en desarrollador de juegos.

"Muchas cosas." Yu Feng sonrió con indiferencia.

"Ja ja." Su Xing negó con la cabeza, demasiado vago para responder más.