Humano perdido

Final

Steve fue designado como nuevo párroco del pueblo Saint angel, el lugar era tranquilo, con habitantes humildes y serviciales.

Había salido a dar unas rondas, apreciando el contraste de bosque y civilización cuando una de las lugareñas lo invitó a descansar en el porche.
Belladonna Köhler era una mujer en sus treinta que sabía todos los chismes de los pobladores, Aunque tenía ese mal hábito disfrutaba de hablar con ella, su casa estaba frente al camino de árboles que llevaban a la mansión gótica al final de la colina.

-señora Köhler le puedo preguntar ¿Quién vive en ese lugar? Nunca he visto a nadie entrar o salir de ese sendero - el rubio presenció cómo la expresión alegre de la mujer cambiaba lentamente a una sin emoción.

-ahi vive el matrimonio Stark-Laufeyson - Belladonna tomo un sorbo de su té, centrando sus oscuros ojos en el líquido marrón, Antes de que Steve formulara una pregunta ella siguió hablando - una unión maldita, profana sería una mejor palabra, en vez de estar formado por hombre y mujer, ellos son del mismo sexo - la fémina dejo la taza sobre la mesita de jardín, su atención ahora en la gran estructura que se alzaba como un monstruo.

Steve se tenso al escuchar la declaración de Belladonna, no podía creer que hubiera una Manzana podrida en esta hermosa comunidad.

-¡es imposible que una entidad religiosa consumara tal ceremonia!- espetó enfadado, no creería que sus sucesores aceptarán cometer tal aberración.

-oooh~ querido eso es porque no conoces al Señor Loki Laufeyson, sus métodos de persuasión están a otro nivel - la mujer hizo una pausa dramática, sus labios lentamente pintaban una sonrisa divertida - prácticamente amenazó a punta de cuchillo para que los desposaran.

El joven párroco se ahogó al escuchar tal declaración; cada cosa que se enteraba de esas personas era peor.

-realmente el diablo los corto con la misma tijera, Los Stark quienes tienen sexo con animales y los Laufeyson practicantes de la hechicería - Köhler no siguió contando sobre ellos, al ver la cara horrorizada del pobre hombre, seguramente moriría de un infarto si se enteraba de las otras historias.

Steve conoció a Anthony Stark dos meses después de esa charla.
El hombre bajito de tez bronceada, rebelde cabello castaño y complexión menuda era una belleza exótica en el mar de pieles blancas y cabellos rubios de los pobladores.
Ingreso al único restaurante/Bar del pueblo como si fuera el rey, vestía con un pantalón negro ceñido que resaltaba su pecaminoso culo, una camisa manga larga que en la parte baja era un corset rojo de lazos dorados, arriba delgada tela blanca que dejaba al descubierto las clavículas y cuello.Todo el lugar se sumió en silencio, algunos tensandose, pensando en una forma de salir sin ofender al recién llegado. Un brillo burlón se reflejaba en los avellanas ojos de Stark quien se sentó en la barra, el cantinero rápidamente lo atendió colocando una copa de vino.

Steve no sabía si volvería a ver al hombre así que aprovecho a acercarse, pudo ver cómo varios hacían gestos para qué se alejara.

-Un gusto conocerlo por fin señor Stark- había recibido suficiente descripciones para saber quién era Anthony y Loki.
El castaño lo miro con aburrimiento, ignorando la mano tendida del rubio, Steve no se enfado por el gesto.

-lo quería invitar a nuestra misa de sanación los miércoles en la tarde- la invitación hizo reir al castaño.

-oohh padre, realmente no quiere hacer eso- Anthony llevó la copa a su boca, sacando la lengua para saborear los retos en su labios. - sé que le han contado sobre mi persona, como vivo en matrimonio con un hombre, lo animosos que nos colocamos en algunas partes del pueblo o la historia detrás de mi familia- miró aburrido al párroco, hubiera preferido quedarse en su hogar tratando de enfadar a Loki.