𝐂𝐋𝐔𝐁 𝐏𝐄𝐍𝐆𝐔𝐈𝐍 ;; Sunki

Capítulo 12

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✧ Sunoo ✧

—¿Cómo te fue?

—Vi que se besaron.

—¿Se tomaron de las manos mientras caminaban?, ¿Te dio un regalo?

Me sentía tan pequeño en estos momentos, mire a mis padres y a mi hermano los cuales me estaban acorralando mucho y preguntando lo primero que se les ocurría, apreté la pulsera que sostenía en mi mano.

—Me fue bien, no nos besamos, solo fue un beso en la mejilla y s-si, si nos tomamos las manos y si me regalo algo— Conteste las preguntas hechas.

Mis mejillas las sentía calientes que lo más probable es que estuviera sonrojado, mi mamá comenzó a reír mientras me abrazaba.

—Nuestro pequeño Sunoo ya no es tan pequeño.

—Hiba a salir a espantar al chico para que sepa que primero debe pedirle permiso a tu padre, pero me emocione y mejor quise seguir viendo por la ventana.

Reí un poco, me separé un poco de mi papas, Heeseung Hyung miraba y reía desde el sillón, me acerqué a él y di leves golpes en su brazo.

—Deja de reír Hyung, eres grosero.

—Es que es extraño ver a mi hermano menor llegando de una cita, nunca podré acostumbrarme.

Sonreí, le di un abrazo, después de contarles un poco de la cita y contarles que mi helado fue derramado en la playera de Ni-ki, ellos me regañaron diciéndome un "Yo si fuera el te hubiera dejado ahí parado y me hubiera hido", que bueno que ellos no son Ni-ki.

Estaba cansado, así que subí a mi habitación, mis pies dolían y solo querían descansar, cerré la puerta y me tiré en la cobija amarilla.

Mis ojos se encontraron con la lámpara de noche, sonreí, me levante para conectarla, las estrellas estaban por todo el techo y una que otra en las paredes. Mi corazón saltaba de felicidad, Riki me tenía mal.

—Solo fue una cita.

Me dije a mi mismo, pero es que se sentía tan lindo recordar.

✧ Ni-ki ✧

El día había amanecido muy nublado, miraba el rostro de mi papá que se encontraba poniéndome pomada en la frente.

—Ese jovencito cada vez me cae muy bien, te va a salir un cuerno— Soltó una risa por octava vez

—A mi nunca se me hubiera ocurrido algo así. Ahora que lo pienso, tú y él se complementan, tu eres el amargado, enojon, grosero, para nada tierno y él es todo lo contrario, el parece que es una persona súper dulce, tierno, amable, se complementan, ¿No lo crees?

Lo mire a los ojos, mi papá no paraba de hablar de SunWoo —El es un bruto, parece que ni caminar sabe, aparte dejemos de hablar de esto, debo alistarme porque SungHoon vendrá a la casa.

—¿Qué ese niño no tiene casa? Cada vez que observo ya lo veo por los pasillos de esta casa, se pasea de un lado a otro. La vez pasada se comió mi pastelito, ¡Se lo comió!.

—...

—Y no me digas de Jay, ese niño parece que es chicle en tu zapato, desde que eran unos pequeños el estaba aquí, venía y rompía mis camisas. Nunca le dije a sus padres porque sentía feo que lo regañaran, pero siempre me he aguantado las ganas de darle con el cojín.

—¿Darle con el cojín?, ¿Por qué con el cojín?

—Porque si le doy con el cojín, este no lo va a lastimar de una forma fea, ¿Estás de acuerdo?

—Sigo pensando que se equivocaron de hijo en el hospital cuando nací, no veo de dónde eres mi papá.

—Sacaste lo guapo de mi

Asentí y me levante cuando el timbre sonó. Abrí la puerta y vi a SungHoon que estaba con Jake y del otro lado con Jongseong y- o no, ¿Qué hace SunWoo aquí? Pensé que SungHoon vendría solo y no con una manada de brutos... bueno, Kim ya no lo considero tanto.

Mire a SunWoo quien me sonrió mientras inflaba su bomba de chicle, pero este explotó llenando toda su boca de chicle. Olvídenlo. Me retracto, Kim SunWoo es el rey de los brutos.

—¿Nos dejas pasar?

Asentí y todos pasaron, SunWoo seguía luchando por quitarse el chicle de al rededor de su boca. Mire a mi papá quien estaba aún en la sala, supongo que no se había percatado que todos estábamos aquí.

—Hola señor Nishimura— hablo Jay, seguida de él entraron todos a la sala. Mi papá saltó del sofá y los miro asustado.

—¡Ay no, los niños sin casa!— trato de murmurar, pero yo lo escuché muy bien.

—Hola Jay— Sonrió —Hola a todos los demás.. Esperen, ese es el pequeño novio de mi hijo, ven SunWoo, acércate.

Mire a Kim, él miro a mi papá sonrojado y me di un golpe en la frente pero hice cara de dolor por olvidar el golpe que ya tenía ahí.

Tomé la mano de SunWoo. —Papá no digas esas cosas frente a los demás.

—Bien, por cierto siéntense, están en su casa. Yo saldré así que no se preocupen por mi, deje un par de cosas en la cocina, así que si les da hambre pueden tomar lo que gusten.

Todos asintieron y mi papá salió de la casa. Todos tomaron asiento, Jay me miraba con una ceja arriba, ¿Ahora que quiere este?

Solté la mano de SunWoo. —Vamos, te ayudaré a limpiar eso de tu rostro.

Camine hasta el baño de la planta de abajo, SunWoo me miro, sentía su mirada en todos mis movimientos, lo tomé de la mano, agarre su rostro y comencé a pasar una toallita húmeda por el chicle pegado.

Sentía su cuerpo temblar, era obvio, nadie se resiste a los encantos de un Nishimura.

Cuando pase la toalla ya por sus labios sentí la necesidad de besarlo.

Tranquilo Ni-ki, tranquilo, ¿Qué pasa contigo?

Le di la toalla para que él siguiera y lo mire desde afuera, su mirada calló al suelo, su mano mantenía la toalla en su rostro, las voces de los otros tres resonaban por todo el pasillo, una mano tocó mi hombro.

—Ni-ki Hyung, ya lo quite todo, ya podemos ir con los demás.

Quería reírme porque sus labios y el alrededor de ello estaban rojos, pero quería tanto darle un pequeño beso. Baje la mirada a su mano, la pequeña pulsera que le había dado ayer estaba en su muñeca, bien, eso había sido bastante para hacerme sonreír. Nishimura Riki sonrió señoras y señores.

—Hyung, es lindo cuando sonríe.

—Tu eres lindo en cualquier instante.

Ahora ambos sonreíamos, creo era mejor que darle aquel pequeño beso que tenía planeado darle, verlo sonreír era mejor.

Ahora solo estoy pensado en cosas cursis, de verdad ¿Qué me estás haciendo Kim?