Fictober 2019

Travesuras [Dramione]

*Día 2: Cicatriz*

Scorpius Malfoy era un chico muy inteligente, pero se volvía muy travieso cuando llegaban sus amigos y primos.

—¡Te destruiré Potter! —decía Scorpius corriendo tras de Albus con un lápiz en la mano, a modo de varita.

Pasando frente a los jóvenes padres, que mientras ellos se divertían, pasaban el rato jugando ajedrez mágico en el patio de la casa de Hermione y Draco. Los demás chicos, corrían tras Scorpius gritando hechizos y amenazas con lápices en la mano.

Tras todos ellos iba James, el mayor de los chicos grabando con su celular.

—¿Qué se traen ellos ahora? —le preguntó Draco a su esposa.

Ella alzó los hombros sin saber que ocurría.

—James, ven un momento —le dijo su padre.

El chico detuvo su acción de grabar a su hermano y amigos, caminando hacia los adultos.

—¿Si papá?

—¿A qué juegan y porque Scorpius persigue a Albus? —intervino Pansy Potter.

—Heeeeeem

—James Potter Parkinson... —puntualizó su madre.

—Jugamos a que Albus es papá y Scor el innombrable —y tras decirlo muy rápido salió corriendo de ahí.

Hermione dio un profundo suspiro. —Estos niños se pasan —comentó tras ser interrumpida por un Albus que venía corriendo de regreso a los adultos muerto de risa.

—¿Albus, a que juegan ustedes? —preguntó Draco.

—A derrotar al innombrable, tío Draco, mira... —descubriendo su frente mostró una especie de rayo dibujado con plumón permanente rojo.

Scorpius llegó junto a él jadeando —Hey Albus, ¿jugamos a la pelota? Me aburrí que siempre me ganes.

—Pero si soy el gran Harry Potter, es obvio que tengo que ganar siempre —manifestó con su varita en alto.

Harry se acercó a su hijo menor y le palmeó la cabeza —Dame esa varita no vayas a incendiar la casa de tía Hermione, anda Scorpius mete un gol por mí.

Los chicos se fueron riendo, y se juntaron con los chicos de Ginny y Blaise; y los de Luna y Theo. Iniciando posteriormente un partido de fútbol muggle.

—Así que el gran Harry Potter —se burló Draco, mirando sus piezas de ajedrez frente a su oponente.

—Por supuesto, te venceré en esta partida también.

—Creo que alguien estuvo investigando sobre su padre —añadió Pansy con una pequeña risa.

—A todo esto... ¿Dónde están las niñas?

—Creo que estaban con Luna, buscando no-se-qué —añadió Theo que leía un libro tranquilamente.

Una cicatriz con plumón, una varita de lápiz, quizás que más se le ocurriría a esa tropa de traviesos. Nadie lo sabía.