Fictober 2019

Entre ellos [Dramione]

Declaración: Los personajes del mundo de Harry Potter le pertenecen a J.K Rowling.

*Esta historia es de mi autoría y sólo se encuentra en FanFiction y en Wattpad, con el usuario LidiaaIsabel, si lo ves en otro lugar por favor avísame* Di no al plagio. Día 10: Fortuna.

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Hermione llegó molesta a su sala común.

Ese día había discutido otra vez con la profesora Trelawney de Adivinación. Era sabido por sus cercanos, pues no tenía problema en manifestarlo, que la rama de la Adivinación era una pérdida de tiempo para Hermione.

—Tranquila Hermione, no creo que haya ido en serio —le decía Harry, en tono conciliador.

—¡Es que no la soporto! —respondió enviando su mochila con un golpe al sillón de la sala común.

—Creo que se le pasó la mano —añadió Ron —decir que eres una amargada y esas cosas...

Harry lo miró horrorizado, lo que menos quería era que Hermione siguiera más molesta. Se volteó a él y le señaló con su dedo en los labios para que guardara silencio.

—No iré más a su clase, hablaré con McGonagall mañana a primera hora —dijo de manera decidida y tomando sus cosas las llevó a su cuarto.

Harry y Ron la dejaron ir para que se tranquilizara y se quedaron en su sala común jugando ajedrez.

Varios minutos después, Hermione pasó rápidamente, comentando que los vería en la cena luego, llevando un libro bajo su brazo.

Ella caminó por varios pasillos hasta llegar al lugar que buscaba, una sala abandonada cerca de la torre de astronomía. Entró y buscó un cómodo sillón para leer lo que llevaba con ella. Pasó un buen rato inmersa en su lectura, cuando sintió a alguien entrar.

—Me encanta este lugar, hiciste un muy buen trabajo de transformación, es muy relajante —dijo el invitado al entrar y sentarse en el sillón frente a ella.

—Siempre me han gustado las chimeneas, los sillones y los libros al rededor —dijo levantando los hombros.

—Luego porque la maestra te dice amargada, vieja, anticuada y todas esas cosas —le responde con un tono de burla en la voz.

Hermione se puso de pie y se sentó junto a él.

—"Nunca encontrarás el amor, nadie te hará feliz más que los libros...blablabla" —dijo imitando a la maestra —y cree que me puede leer la fortuna de la mano como las gitanas muggles. Una estupidez.

—Oye es su clase, ella manda.

—Pero no todos piensan como ella. No soy para nada aburrida o anticuada. Creo que aquí... —dijo señalándolos a ambos con el dedo —lo hemos pasado muy bien.

Hermione hacía movimientos suaves y circulares sobre la entrepierna del chico. Despertando ciertas cosas que hasta hace un momento permanecían dormidas.

—Yo, Draco Malfoy te diré tu fortuna Hermione, hoy te haré el amor como nunca, en este sillón, en ese escritorio y dónde se te ocurra —sentenció atrayéndola a él y besándola con pasión.

Así es como se cambiaba la fortuna de una chica, con la ayuda de un apuesto rival a ojos de los demás, pero muy unidos en la intimidad.

Pero eso solo quedaba entre ellos.