2

32 7 0
                                    

—Dime, Jaehyun.

—Voy a ir a cenar contigo. —sonrió asintiendo con su cabeza, no podía negarse a nada que aquél le pidiera.

Ver la cara de felicidad del menor le hizo sentir un zoológico en su estómago, y ese era su mayor propósito en la vida.

—ah gracias Bongjae, por eso eres mi mejor amigo ¿lo sabías? —el adverso pasó su brazo izquierdo por ambos hombros del mayor.

En ese momento sintió como su corazón se quebraba en mil pedazos, tenía muchísimas ganas de llorar, y si por él fuera habría salido corriendo en ese mismo momento esperando poder deprimirse solo en su cuarto. Allí y la casa de Youngtaek eran los únicos lugares donde podía ser él mismo sin ocultar sus sentimientos hacia el hermoso chico que se encontraba a su lado. Pero él sabía que era su problema haberse enamorado de su mejor amigo, y este no tenía la culpa de decirle todas esas cosas porque no tenía idea de cómo se sentía.

—Estás muy callado ¿te sucede algo? — Jibeom volvió a romper el silencio, que sinceramente no era incómodo para nada.

—No, estoy bien, solo que aún tengo algo de frío. —mostró una de sus más fingidas sonrisas, la cual su enamorado no pareció notar, ya que le devolvió la sonrisa con las mismas ganas que él, solo que la suya si era real.

—No te preocupes, ya llegamos a casa y podrás calentarte, mira. —señaló la desolada calle, haciendo caer en cuenta a su acompañante que estaban llegando.

De tan hundido en sus pensamientos que iba Jaehyun, jamás notó que habían avanzado tanto en el camino, pero le parecía mucho mejor ya que esperaba poder recuperar todo el calor corporal que había perdido afuera.

Una vez frente a la casa del contrario, este sacó las llaves de su bolsillo y las colocó en la puerta, haciendo un poco de presión para poder abrir la misma, dejando el paso del ajeno primero. El pelinegro no lo pensó dos veces y entró al hogar, sintiendo de forma automática aquella calidez y ese aroma tan particular, que amaba desde lo más profundo de todo su ser.

Jibeom apareció detrás de él y colocó una de sus manos sobre su hombro derecho, mirándolo de reojo.

—Ponte cómodo, antes de comer llamarás a tu padre y te darás una ducha caliente. Ahora iré al cuarto para prestarte algo de ropa. Jaehyun, estás realmente helado, podría haberte dado hipotermia ¿eres tonto? debes cuidar de tu salud.

El tono del chico se notaba muy preocupado, algo que por dentro alegró a Jaehyun, pero sabía que eso solo se debía al aprecio que le tenía como cualquier mejor amigo. Pero aún así su masoquismo lo obligó a preguntar.

—¿por qué te preocupas por mi de esa manera? tranquilo Beom, estoy bien ahora y eso es lo que importa.

—Me preocupo porque te quiero y eres la persona más importante de mi vida, idiota. Si yo no hubiese aparecido apuesto que estarías desmayado en el medio de la calle. —rodó sus ojos desapareciendo al instante de aquella sala, dejando su tan característico perfume perforando de nuevo las fosas nasales del mayor.

Jaehyun observaba como su mejor amigo subía las escaleras, estaba seguro que iría a buscar la ropa para no seguir discutiendo, ya que odiaban terminar enojados el uno con el otro.

Mientras esperaba se sentó en el sofá, sacando su teléfono para marcar el contacto de su padre. Esperaba que el hombre no se enojara tanto por llamar tan tarde y no haberle avisado antes, pero tenía la excusa perfecta, al menos en su mente se veía como el gran plan maestro.

Uno, dos, tres timbres después la llamada fue atendida del otro lado.

— Bong Jaehyun ¿se puede saber dónde andas a estas horas? me vas a hacer agarrar un infarto hijo.

heterosexual ↷bongbeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora