Mi novio es un vampiro (Len y tu) (+13)

Capitulo 20: El miedo es el deseo del monstruo

En la mañana siguiente me encontraba cruzando el umbral de la universidad junto a Kokone y Lucy, las dos hablaban de cosas triviales, como la última canción de moda, tendencias, etc.

—¿Has visto ya al profesor que imparte el taller de mitologías y misterios?—comentó Lucy con la emoción a flor de piel

—¿Quien?—respondió Kokone

—. Se refiere al profesor Thrubaska.—contesté

—¡sssh!—chitó Lucy—. Ahí viene.—nascullo con una sonrisita

Y ciertamente, Thrubaska iba bajando las escaleras en compañía de Kael; claramente ambos eran bastante atractivos y podría casi asegurar que cada uno tenía algún magnetismo del cual te tenías que cuidar antes de mirarles a los ojos. Kael se veía bastante cómodo hablando con el profesor, Thrubaska no nada señales negativas. Y fue eso lo siguiente que descubrí.

Sentirse atrapados por ellos quizá era algo nuevo para Lucy, que estaba enamorada de Kael, Thrubaska con una mirada realmente única, a pesar de que no le conocieras lo suficiente... El era predecible. Todos. Menos Len.

—¡Eh! ¡Hola, chicas!—saludó Kael, me miró solo a mi

Thrubaska nos miro sobre su hombro, "nos", porque tardó un buen y notorio rato en desviar la vista de mi. Respondimos al saludo, Lucy y Kokone se acercaron pero yo preferí quedarme en la distancia.

—. ________, ven.—me hablo Kokone

—. Estaba por ir a la biblioteca para la siguiente clase.—avise

Entonces me di media vuelta, sin antes ver como Thrubaska intercambiaba un par de comentarios con mis amigos, de no ser profesor, cualquiera lo confundiría con un estudiante. Me dirige hacía la biblioteca, el silencio me pareció mas que agradable, entonces me acerque hacia uno de los estantes.

En el cuero del libro logré leer: 《Taxidermia》 tragué saliva y pase mi vista a otro, fue cuando recordé mi día antes de renunciar. Len me había regalado un libro.

—. Len...—susurre y en uno de los libros mas lejanos pude divisar:
"K A G A M I N E."

Parpadee extrañada, mi celular vibró antes de que lograse descifrar lo que acababa de ver.

—. Deje salgo de la biblioteca.—susurré al celular

Al salir del lugar ya mencionado, escuché como alguien suspiraba al otro lado.

—¿Amo? ¿Se encuentra bien?—pregunté con discreción a mi al rededor

—. Si... solo estoy cansado.—respondió—. Hoy es la cena con los Megurine.... ¿verdad?

—. Si, amo.—contesté, el corazon me latía rápido—¿Desea que lo acompañe?

—. No, iré solo o si acaso llevare a la suplente para que heche un vistazo a la situación—comentó

—. Como a usted le plazca.—me limité a decir

Hubo un silencio.

—¿Como vas con la mudanza?—me preguntó

—. Bien.—me limité a decir—. Voy paso a paso.

—. Entiendo.—musitó—. Voy a colgar.

—¡Espere!—exclamé

—¿Si?—escuché la sorpresa en su voz

—. Bueno... como ya le había comentado, estaba en la biblioteca y... ¿Como decirlo?—carraspee

—¿Pasa algo malo?—preguntó—¿Que puedo hacer por ti?

—¿Por que no me dijo qué también escribía?

Silencio, de nuevo.

—¿Que dices?—escuché

—. Acabo de ver un libro, en el airea de medicina.—aclaré

Por alguna sus silencios prolongados dejaban mucho que pensar.

—. Yo escribía—contestó, raramente en pasado

—¿Y que pasó?—agregue

—. Que eso fue hace mucho tiempo. Te quiero aquí temprano por favor, las tormentas dejan mucho que pensar.—dicho esto colgó

Me quede anonadada ante su abrupto cambio, de un caballero a un completo rey del hielo.

—¿Tu jefe?—me gire, era Lucy

—. Si, el horario de hoy.—comenté

Comenzamos a caminar hacia el salón cuando Lucy soltó algo que me hizo pedazos el estomago.

—. Oye, ¿Ya cuanto llevas siendo la secretaria de Len?—me preguntó

—. 5, ¿por qué?

—. Debe gastar el dinero en alguien que lo rejuvenezca cada hora

—¿Que? No—respondí por automático

—¿De verdad? No ha cambiado nada.—la mire con una ceja arqueada—. Físicamente. Y en todo.

Al sentarnos en nuestros respectivos lugares, miré la ventana Kokone tenia razon, Len no había envejecido en absoluto.