Herschel Grynszpan Parte Dos

0 0 0
                                    

La hipótesis convierte el asesinato en un crimen pasional, en el que Grynszpan habría conocido a Vom Rath antes de los disparos y que la víctima no habría sido elegida al azar. De acuerdo con esta versión de los hechos, Vom Rath era homosexual y habría conocido a Grynszpan en el bar Le boeuf sur le toit, en París. No está claro si esta versión de los hechos afirma que Grynszpan mismo era homosexual o si solo estaba usando su juventud y apariencia para conseguir un amigo con influencias. Así, Vom Rath habría prometido a Grynszpan usar sus influencias para conseguir que se regularizasen sus papeles en Francia. Cuando Vom Rath se echó atrás, Grynszpan fue a la embajada y le disparó.

Apoyando esta teoría, Hans-Jürgen Döscher, uno de los principales historiadores alemanes que estudian esta época y autor del libro Reichskristallnacht, publicó en 2001 documentos que apoyaban la teoría de que Grynszpan y Vom Rath habrían tenido relaciones. Döscher citaba extractos del diario de André Gide, autor gay y bien informado sobre los rumores parisinos sobre gays. Vom Rath, escribió Gide, "tenía una relación extremadamente íntima con el pequeño judío, su asesino". Más adelante Gide afirma: la idea de que un representante tan respetado del tercer Reich pecara por dos veces de acuerdo a las leyes de su país es bastante divertida.

Existen varios argumentos contra esta teoría. Primero, no existen evidencias, aparte de rumores de segunda mano del tipo recogido por Gide, de que ambos se hubiesen encontrado anteriormente. Los funcionarios de la embajada alemana fueron muy claros afirmando que Grynszpan no había preguntado por Vom Rath y que se dirigió a Vom Rath solo porque daba la casualidad de ser el funcionario en funciones en el momento de la visita a la embajada, siendo el administrativo quien pidió a Vom Rath que viese a Grynszpan. Durante su detención en el campo de concentración de Sachsenhausen, en 1941, Grynszpan contó a sus compañeros de detención que, aunque trataría de afirmar que tenía relaciones sexuales con Vom Rath durante el juicio, de hecho, no era cierto.

La mayoría de los autores de la posguerra, incluyendo Ron Roizen, el historiador francés Alain Cuenot y el estudioso estadounidense Gerald Schwab, mantienen que Moro-Giafferi se inventó la historia de la relación homosexual con Vom Rath tras el asesinato, para ayudar en la defensa de Grynszpan. Michael Marrus escribió:

"El origen de la historia de la homosexualidad fue el abogado defensor francés, Maitre Moro-Giafferi. Afirmó en 1947 que simplemente se había inventado la historia como una posible línea de defensa, una que colocaría el asunto bajo una nueva perspectiva. De hecho, sin embargo, los rumores de la homosexualidad de Vom Rath estaban por todas partes en París tras el asesinato. Fueran cuales fueran los orígenes de la historia, su utilidad era obvia: el asesinato podía ser presentado no como un acto político, sino como un asunto pasional - una riña entre amantes, en la que el diplomático alemán podría ser juzgado por seducir a un menor. Moro-Giafferi se refirió a sus temores del comité Grynszpan de que un juicio político durante la época de la 'noche de los cristales rotos' se convertiría en una catástrofe para los judíos alemanes y del resto del mundo. Adoptando esta estrategia legal, esperaban quitar importancia al asunto y reducir la pena considerablemente, posiblemente llevando incluso a la suspensión de la sentencia".

Gerald Schwab presenta más indicios en forma de una carta enviada al hermano de Ernst Vom Rath en 1964 por Erich Wollenburg, un exiliado comunista alemán, que afirmaba ser un colaborador de Moro-Giafferi:

"Un día, y si no me equivoco fue en la primavera de 1939, me encontré con Moro-Giafferi en el Boulevard St Michel y le pregunté por noticias sobre Grunspahn, de quien era abogado defensor. Acababa de llegar de visitarlo en su celda y estaba indignado por la actitud de su cliente. Ese joven hombre es un idiota, encaprichado de sí mismo, dijo. Se niega a darle un carácter no político a su acto diciendo, por ejemplo, que había asesinado a Vom Rath porque tenía cuestiones de dinero tras una relación homosexual. Sin embargo, tal actitud es necesaria con respecto al asesinato de Vom Rath, para salvar a los judíos del tercer Reich, cuyas vidas son cada vez más precarias en cuanto a su prosperidad, su salud, su futuro, etc. Si solo negase los motivos políticos de su crimen y afirmase que solo tenía venganza personal en mente, venganza como víctima de la homosexualidad, los nazis perderían su mejor pretexto para ejercer sus represalias contra los judíos alemanes, que son víctimas de su locura momentánea y ahora de su obtinación. Le pregunté si Grunspahn realmente había tenido relaciones con Vom Rath. Respondió: ¡absolutamente no! Entonces le dije, ¿pero, como defensor de Gruhnspahn, deberías proteger no solamente los intereses de tu cliente, sino también su honor? Fue en ese momento que Moro-Giafferi exclamó: ¡honor! ¡Honor! ¿Qué es el honor de ese pequeño judío comparado con las acciones criminales de Hitler? ¿Qué peso tiene el honor de Grunspahn frente al destino de miles de judíos?"

AsesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora