Escúchame (SettxAphelios) League of Legends (Yaoi)

VII

Aphelios se sentía inundado por el placer, su cara ardía, un hilo de saliva escurría de sus labios, veía borroso por sus ojos llorosos y lo peor sentía húmeda y pegajosa su entrepierna.

-¿A-Aphelios...?- su hermana sonaba muy preocupada.

Apenas logró enfocar sus ojos, pudo ver el rostro de Sett perplejo y sonrojado, lo miraba con nerviosismo. Todos los demás solo lo miraban sorprendidos, Kayn por su parte se cubría con la mano libre todo los que podía del rostro, el cual estaba completamente rojo, sus ojos se concentraban en el extasiado rostro de Aphelios, al cual apenas le quedaba una rayita de vida.

La primera en reaccionar fue Lux quien con una Q inmovilizó tanto a Kayn como a Sett, Yummi siguiendo a l a rubia se posicionó de tal forma que su ultimate abarcó a todo el otro equipo. Ya debilitados y todavía perplejos, trataron de reaccionar, Sett trató de acercarse a Aphelios que seguía tumbado en el suelo, pero Darius había llegado a toda velocidad y con su sangrado logró llevarse una pentakill (las únicas 5 muertes que logró en toda la partida)

Antes de que Yummi y Lux se reincorporaran, Aphelios ya había backeado.

En la base Aphelios rompió en llanto, mientras su hermana que no entendía para nada la situación se dedicaba a consolarlo. Aphelios se sentía demasiado avergonzado y asqueado de sí mismo, no quería que siquiera su hermana lo viese así, y a pesar de eso se había mostrado de forma tan deshonrosa entre tantas personas, incluso amigos, que vaya que le habían costado hacer. Entre lágrimas vió como su equipo se llevaba la Victoria. Al menos se sintió un poco feliz por eso.

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Apenas salió de la partida Sett buscó a Aphelios entre todos los campeones, pero esta ya había huido rápidamente a su habitación, solamente pudo encontrarse con la mirada de Kayn que también parecía buscar al joven desesperadamente. Gruñó y lo buscó en las salas de entrenamiento, pero no lo encontró, por lo que se dirigió rápidamente a su dormitorio a buscarlo.

Antes de tocar la puerta, respiró profundamente, ni siquiera sabía si debía, disculparse, pregúntale o simplemente ignorar lo que pasó. Las ideas se cruzaban y se chocaban en su cabeza.

Quería presentarle a su madre una buena chica que cuidaría de él para que estuviese tranquila, y Soraka era perfecta para ese puesto, sin embargo, estos últimos días había estado actuando muy extraño, se sentía celoso por un amigo que acababa de hacer, no podía evitarlo, el verlo con Kayn, siendo tan cercanos, hacía que su rostro hirviera de rabia.

Hoy incluso estuvo a punto de golpear a Kayn, antes de que empezara la partida, por tocar el rostro de Aphelios.
Lo que más le preocupaba eran los ojos con los que comenzaba a verlo. Hoy al ver su rostro avergonzado, la postura en la cual se cubría la entrepierna, sus ojos lasivos y el fuerte gemido que soltó, hizo que un bulto sobresaliera en sus pantalones. Nunca había tenido pensamientos de ese tipo, con hombres
Lo que sentía al ver a Aphelios era un deseo más profundo y pasional que con cualquier otra mujer con la que hubiera estado. Pero,¿Cómo se sentía Aphelios? ¿Podría ser lo que pasó en la grieta, un espasmo, una gripe? En su cabeza no comprendía, porqué un chico sereno y tímido como él, había reaccionado de manera tan erótica a un ataque físico.

Sacudiendo su cabeza para tratar de sacar cualquier mal pensamiento, se animó a tocar la puerta.

-¡Hey! ¡Aphelios!
...Lo que pasó allá afuera fue muy loco ¿no?. Ja ja... Ya sabes ese tipo de cosas pasan en todas la peleas, sin rencores ¿verdad?...-

Silencio.

¿Estaba realmente allí?
Acercó una de sus peludas orejas a la puerta y pudo oír claramente una respiración.