Que esperar (cuando estas esperando)

Capitulo 15: Bailando en la luz de la luna

-NOTA- este fanfic no es mio, solo lo traduzco. El original esta en portugués y es de fuckingswen

Buenas buenasssss...

Si alguien gusta decirme q es moonling no me enojo, porque lo puse en el traductor y no lo traduce...

Bueno... en este cap pasan cosass.....
Disfruten...

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La brisa fría y húmeda se abrió paso a través de la ventana apenas abierta, haciendo que el ambiente fuera más acogedor y confortable. El sol estaba escondido detrás de densas nubes grises, lo que denotaba mucha lluvia por venir. La habitación estaba en silencio, una mujer de cabello negro cubierta con mantas y una linda bola de piel en sus pies. Toda su vida, Lena nunca disfrutó de los placeres de un fin de semana o vacaciones. Rara vez tenía tiempo libre, sus días eran de trabajo, reuniones interminables con inversores europeos y asiáticos, congresos en todo el mundo. Esa era su vida.

Cuando era una adolescente, Lena se prometió a sí misma no terminar como sus padres o su hermano, aunque lo amaba con todo su corazón. Lex era inteligente, un genio de la ciencia y podía lograr lo que quisiera, especialmente porque era el Luthor favorito de Lilian. A los trece años, Lena fue enviada a un internado y no hubo tiempo para disfrutar del extraordinario horizonte que Irlanda mostró cada temporada. Tenía clases todos los días de la semana y el sábado, desde temprano
de la mañana hasta las seis de la tarde, luego los monitores se aseguraban de que todas las niñas estuvieran en la biblioteca terminando su trabajo y estudiando para el día siguiente, luego ir directamente a cenar y acostarse antes de las 9 pm. No hubo tiempo para respirar.

Las deportistas debían dedicar sus domingos, días técnicamente hechos para el descanso, al deporte. Pero la pequeña Luthor no era una gran fanática de la brutalidad física y, por lo tanto, eligió el club de ajedrez. Las veces que volvía a casa eran raras, incluso para las grandes fiestas como Navidad o Acción de Gracias. Para ser muy honesta, a lo largo de sus años escolares, Lena solo vino
de vuelta por la casa dos veces. Uno fue cuando L-Corp organizó un evento mundial para lanzar un nuevo proyecto y el otro fue su cumpleaños, pero no lo celebraron.
Y así, todas las noches antes de acostarse, Lena, sintiéndose molesta y principalmente triste, solía jurar que no dejaría que su vida fuera así, que una vez tuviera el control de ello. Quería ser como sus compañeros de clase, que solían salir de la escuela los fines de semana para visitar el pueblo más cercano, que iban a las noches de chicas y pasaban las vacaciones con sus familias, tomando fotografías y construyendo recuerdos.
Pero ese sueño había terminado, su hermano perdió lo que quedaba de su cordura y todas las responsabilidades del nombre de Luthor cayeron sobre ella, como una bolsa de piedras afiladas hiriéndola profundamente y haciéndola darse cuenta de que no tenía un dicho, no tenía elección, de nuevo.

Fue como revivir un ciclo, no tenía tiempo para ella misma, salir y tomar aire fresco en el parque, o simplemente ver la televisión en el interior de su departamento. La vida no se detuvo, Lena no se detuvo. En un abrir y cerrar de ojos, Lena tenía veinticinco años, vivía en National City y dirigía una empresa multimillonaria y manteniendo una imagen de CEO sólida e inquebrantable. Aprendió a gustarle su trabajo, aprendió a ser una mujer más fuerte, más centrada y equilibrada, en cierto nivel, pero echaba de menos el tiempo para recuperar el aliento. Atravesar un camino como el de ella cansaría a cualquier ser humano, y eso era exactamente lo que sentía Lena: agotamiento.

Toda la casa ya estaba despierta, Eliza terminando algunos quehaceres, Alex acostada en el sofá mientras Kara atacaba la nevera. Lena era la única que seguía durmiendo. Era raro, era la primera vez, Lena siempre era la primera en levantarse, sin importar el día o circunstancia. Sin embargo, su cuerpo estaba pidiendo un descanso, un descanso, después de que toda su energía se dividiera en dos personas al mismo tiempo, por lo que fue bien merecido. Con esos hechos en mente y conociendo a su amiga como la palma de su mano, Kara decidió abrazarla, dejarla dormir y llevarle un buen desayuno a la cama.